Cuba da por controlado el incendio que deja un bombero muerto y catorce desaparecidos
El Cuerpo de Bomberos de Cuba (CBC) informó ayer de que el incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas está controlado y no hay peligro de propagación; no obstante, quedan algunos focos y su total extinción tardará unos días más.
Según detalló el teniente coronel Alexander Ávalos Jorge, segundo jefe del Departamento Nacional de Extinción del CBC, la dirección principal de los trabajos se centró en los cuatro tanques que colapsaron. «Ya hoy nos sentimos más tranquilos, aunque todavía tenemos un incendio. Después de que se extinga, quizás tengamos que estar trabajando más, de acuerdo con las autoridades de Matanzas, tratando de minimizar un grupo de riesgo que pueda quedar en ese lugar», señaló.
Ante la magnitud del desastre, el sábado Cuba solicitó ayuda internacional. Al día siguiente comenzaron a arribar a la isla suministros y personal técnico de México y Venezuela. También han llegado unas 48 donaciones «para hospitales y centros de evacuados», según la prensa local. Ayer la ONU ofreció ayuda a Cuba, y España enviará material médico y medicamentos.
Negligencia
El balance desde el viernes, que comenzó el incendio, es de 128 heridos (5 de ellos críticos y 2 graves), un muerto y 14 desaparecidos. El fallecido era un bombero de 60 años; se cree que gran parte de los desaparecidos son jóvenes del Servicio Militar Activo (SMA). Hasta el momento, las autoridades no han ofrecido información al respecto, aunque un medio local identificó a uno de ellos, de apenas 20 años de edad.
La prensa independiente ha logrado poner nombre a otros tres, de apenas 19 años. Todos se encontraban cumpliendo el SMA, de carácter obligatorio, y fueron enviados a la primera línea de fuego para intentar aplacarlo, con equipamiento y entrenamiento deficientes –uno de ellos había pasado un curso para apagar incendios quince días antes–, según ha denunciado su familia.
Ante las críticas y el rechazo generado en redes sociales, el martes la prensa oficial ofreció un relato muy distinto, entrevistando a uno de los bomberos supervivientes con el fin de presentar a estos jóvenes como héroes cuando, según los testimonios de algunos familiares, han sido las víctimas de la negligencia de las autoridades cubanas a la hora de sofocar un incendio de grandes dimensiones, inédito en la isla.