El Turismo gana la partida a la Cultura en el Gobierno andaluz
▶ Malestar entre artistas por la postración de su ámbito en el organigrama de la nueva consejería
En el nuevo organigrama de la Junta de Andalucía la consejería resultante de la fusión de Cultura con Turismo y Deporte —desgajadas ambas parcelas administrativas de Educación respecto a la anterior legislatura— aparece consignada como «Consejería de Turismo, Cultura y Deporte». En ese orden. La titulación del nuevo departamento no es cuestión baladí, porque según se va vislumbrando a medida que se configuran los nuevos cuadros de mando, en este caso el orden de los factores sí altera el producto.
Así se percibe al menos en ambientes artísticos andaluces, donde no ha gustado la postergación de la Cultura en el nuevo organigrama administrativo y menos aún la salida de varios integrantes claves del equipo de Patricia del Pozo, que gestionó este ámbito durante la anterior legislatura.
La prioridad del Turismo frente a la Cultura en la nueva consejería viene dada no solo por el nombre de la cartera del Gobierno andaluz, sino por la designación de su titular. El perfil de Arturo Bernal, el nuevo consejero, está claramente vinculado con el turismo. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Málaga, Bernal fue director general de Turismo y Planificación de la Costa del Sol, entidad dependiente de la Diputación de Málaga, antes de ser director general de Extenda.
Dada la fuerte vinculación de Bernal con el turismo, se esperaba que la Viceconsejería quedase en manos de una persona más ligada al ámbito cultural. Pero el consejo de gobierno designó el pasado martes para este cargo a Víctor Manuel González García, también malagueño y diplomado en Turismo por la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. González es experto en Derecho del Turismo por la UNED, aunque tiene alguna relación con el ámbito cultural, ya que era diputado delegado de Cultura en la Diputación de Málaga.
En la etapa de Patricia del Pozo Cultura disponía de dos secretarías generales (ocupadas por Mar Sánchez Estrella y Macarena O’Neill, quien fue sustituida por Juan Cristóbal Jurado Vela cuando fue designada viceconsejera) y dos direcciones generales, que gestionaban Pía Halcón y Miguel Ángel Aráuz. En el nuevo organigrama, Cultura contará con una única secretaría general cuyo titular está aún por designar, aunque los rumores apuntan a una persona proveniente también del entorno malagueño del consejero. Los secretarios generales del equipo de Patricia del Pozo, Sánchez Estrella y Jurado Vela, previsiblemente continuarán en el nuevo organigrama pero como directores generales, un rango inferior al de secretario general. Junto a ellos habrá un tercer director general aún por designar.
El eje de poder en la Consejería de Cultura ha pasado de Sevilla a Málaga después de su fusión con Turismo y Deporte
Trasvase de poder
Además de la polémica por la subordinación de Cultura respecto al Turismo en el organigrama, la nueva composición de la Consejería tiene otra lectura: el trasvase del eje de poder de Sevilla a Málaga. Con Patricia del Pozo, Cultura se convirtió en la consejería más «sevillana» del Gobierno, ya que prácticamente la totalidad de sus componentes provenían de la capital andaluza. El único directivo no sevillano era Juan Cristóbal Jurado Vela, malagueño de nacimiento pero muy vinculado con Sevilla, donde lleva residiendo muchos años.
El desembarco de dirigentes malagueños implica un evidente desplazamiento territorial de esta parcela de poder a la provincia natal de Juanma Moreno. Tanto el consejero, Arturo Bernal, como su número dos, Víctor Manuel González García, son personas muy próximas al presidente de la Junta de Andalucía.