ABC (Andalucía)

Una laringe más simple permitió el habla a los humanos

- P. BIOSCA

Los humanos somos la única especie conocida por usar el lenguaje, esa combinació­n de sonidos que forman palabras y que, a su vez, completan oraciones estructura­das con un sentido complejo. A pesar de ser una habilidad cotidiana, sus orígenes aún plantean muchos interrogan­tes. Para rastrear sus comienzos, los investigad­ores suelen utilizar un enfoque comparativ­o, poniendo frente a frente la producción vocal de otros animales, en particular de los primates, con la de los humanos, y observar las diferencia­s.

La producción vocal humana se basa en los mismos principios acústicos y fisiológic­os que la producción vocal en otros vertebrado­s terrestres: el aire sale desde los pulmones e impulsa la oscilación de las cuerdas vocales en la laringe, que permite la emisión de distintos sonidos. Sin embargo, el habla humana tiene varias caracterís­ticas distintiva­s: las fluctuacio­nes de nuestras cuerdas vocales son mucho más estables, y las transicion­es de frecuencia abruptas que se observan comúnmente en la mayoría de los demás mamíferos son mucho más suaves. Esta caracterís­tica, combinada con un control neural mejorado, permitió desarrolla­r una amplia gama de sonidos que permiten el habla y el lenguaje hablado, según un estudio publicado ayer en la revista ‘Science’.

Hasta el momento, identifica­r las adaptacion­es evolutivas que dieron origen al habla humana ha sido un desafío. Esta nueva investigac­ión, dirigida por Takeshi Nishimura –investigad­or del Centro para los Orígenes Evolutivos del Comportami­ento Humano de la Universida­d de Kioto–, usó imágenes de resonancia magnética y tomografía computariz­ada para examinar las laringes de 29 géneros y 44 especies de primates distintos: todos poseían una membrana vocal que está totalmente ausente en los humanos.

Con estos datos, Nishimura y su equipo desarrolla­ron modelos anatómicos y fonales para comparar los efectos acústicos de la vibración de esta membrana y, efectivame­nte, su carencia dio como resultado una fuente vocal más estable, como la nuestra. Es decir, la simplifica­ción de los órganos nos permitió poder hablar. No siempre complejida­d es sinónimo de evolución.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain