Katir planta cara al colosal Ingebrigtsen
▶ El español culmina un verano de ensueño con la plata europea en los 5.000 metros
Ya no duda. Mo Katir aseguraba hasta hace bien poco preferir los récords a las medallas. Pero ya no lo dirá más. El atleta afincado en Murcia culminó en Múnich un verano espectacular al sumar a su bronce mundial en 1.500 la medalla de plata en los 5.000 metros del Europeo de Múnich. El español dio la cara en todo momento ante el impenetrable Jakob Ingebrigtsen, que ya había vencido a kenianos, etíopes y ugandeses sobre esta misma distancia en Oregón. Solo el muleño aguantó hasta la misma recta de meta el largo ataque del noruego. Allí las piernas le dijeron basta. Ganó el nórdico en 13:21.13 y Katir se quedó en 13:22.98, por delante del italiano Yemaneberhan Crippa, bronce en 13:24.83. Hasta la última vuelta lo intentó también Adel Mechaal, desfondado después hasta caer a la decimocuarta plaza, incluso por detrás del tercero de los españoles, Abdessamad Oukhelfen. Si el de Katir ha sido un verano de ensueño, Mechaal querrá olvidar el suyo lo antes posible. Al lío de su selección en el 1.500 para el Mundial se sumó después su positivo por coronavirus que le lastró en el Mundial, muy lejos de las medallas en el 5.000. Tampoco en Múnich ha estado a su nivel.
Hubo mucha tensión en la final, incluso antes del inicio. 24 atletas en la salida eran demasiados. Hasta se vio una salida nula. Ya en acción, fue Nordas, el otro noruego de la final, quien se puso a trabajar para su jefe de filas poniendo al grupo en fila de a uno desde la primera vuelta, pero si había orden de endurecer la prueba al máximo les salió fatal. Al poco ya estaban todos reagrupados y peleando por cada milímetro de pista. Tantos nervios había que hasta el francés Hugo Hay acabó en el suelo, según él empujado por Katir. Hasta ahí llegó el suspense. Después, fue Ingebrigtsen quien quiso evitarse líos y se puso a tirar con fuerza a falta de tres vueltas. Le esperaban 1.200 metros de un esfuerzo cadencioso en el que ya no perdió la cabeza.
Más metros
Katir tomó posiciones y siguió la estela del estelar noruego de 21 años, que casi sin que se notase iba imprimiendo cada vez más velocidad. Al último cuatrocientos ya llegaron los dos, Katir pegado a Ingebrigtsen esperando un zarpazo que no llegó. El español hizo la última curva por la calle dos, más metros que recorrer, y el nórdico se supo ganador. Katir, ahora sí, se marcha a descansar después de este intenso verano en el que tenía entre ceja y ceja hacerse un nombre en el panorama internacional. Nada más conquistar el bronce en el Mundial regresó a España, descansó un par de días con su familia y se marchó a Sierra Nevada, enclaustrado de nuevo junto a su entrenador, Gabi Lorente, para preparar su asalto a este Europeo. Su idea inicial de doblar el 1.500 y el 5.000, al estilo de Ingebrigtsen, se vino abajo porque chocaba con los planes de la Federación. Así que se centró en la distancia más larga esta vez, más accesible sin la presencia de la legión africana, esa que le amargó su debut en unos Juegos Olímpicos, donde acabó octavo, un resultado que decepcionó a todos menos a él. El tiempo le ha dado la razón.