Rufián y Colau se desmarcan de una actuación «miserable»
La actuación de un grupo de independentistas durante el acto de homenaje a las víctimas de La Rambla, y el comportamiento concreto de la presidenta de Junts, Laura Borràs, generó una profunda indignación entre los partidos. Quien quizás se expresó de manera más contundente fue el líder de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián: «Con la misma contundencia que utilizamos desde hace cinco años para reclamar una comisión de investigación conviene decir que no respetar un minuto de silencio en recuerdo a las víctimas de un atentado es miserable». «Y sacar rédito político de ello, despreciable. No en mi nombre», agregó el republicano en alusión a Borràs.
En la misma línea, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, apuntó que «evidentemente que toda la gente puede protestar, pero es evidente que hoy no era el lugar ni la forma ni el momento». Colau explicó que pudo hablar con las víctimas tras el acto y que «estaban bien molestas y no entendían este comportamiento», recordando que algunas de ellas acudían al acto venidas expresamente desde Holanda, Alemania y Australia.
Degradación moral
El presidente del PPC, Alejandro Fernández, habló de espectáculo «indecente e inmoral» ofrecido por Laura Borrás, mientras que para el coordinador general de la formación, Elías Bendodo, el protagonismo de un acto como el de ayer «deben tenerlo las víctimas y no puede haber otro protagonismo que no sea ese». Por su parte, el portavoz de Cs en el Parlament, Nacho Martín Blanco, aludía lo vivido en La Rambla como «la quintaesencia de la degradación moral que el nacionalpopulismo de Puigdemont, Borràs y compañía genera en Cataluña».