Los riesgos de la reventa llegan a los festivales
Con la reactivación del ocio este verano, tras dos años marcados por las restricciones, el número de reclamaciones por malas prácticas se incrementa paralelamente
Cuando Anna adquirió dos entradas para asistir al concierto de C. Tangana en Madrid, todo parecía en orden. Tras una búsqueda en internet, la primera opción –patrocinada– la redirigió a la página web de reventa de entradas Viagogo. No quedaban entradas para la pista general, agotadas prácticamente al momento de salir a la venta, por lo que la reventa era la única opción.
Los problemas comenzaron tras comprobar que una amiga suya había adquirido las mismas entradas por la mitad de precio en una de las páginas web oficiales. Fue entonces cuando empezaron a sonar las alarmas. Tras buscar opiniones sobre la web, Anna descubrió las quejas por estafa y engaño que abundaban contra la página web en cuestión.
Al intentar contactar por Instagram, descubrió que Viagogo no contaba con una cuenta y que, en su lugar, existen perfiles creados para denunciar las supuestas malas prácticas.
Viagogo, Seatwave y Ticketbis son algunas de las páginas web para la reventa que acumulan un mayor número de reclamaciones en la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). En su página web pueden comprobarse las quejas en el apartado de reclamaciones públicas, donde los testimonios de personas que no han recibido el mismo tipo de entrada que han comprado se suceden.
Acciones legales europeas
Desde la organización afirman que han iniciado acciones legales a nivel europeo contra Viagogo, ya que «viven en la desregulación más absoluta», en la que los consumidores no están protegidos.
Con la vuelta de los conciertos y festivales tras dos años marcados por la pandemia y sus restricciones, el verano de 2022 ha supuesto la vuelta de artistas que habían aplazado sus actuaciones y de festivales que anularon sus ediciones el año pasado. Asimismo, el número de reventas y malas prácticas asociadas a la mismas han repuntado de forma paralela, tal y como señalan desde esa organización.
Otra asociación, Facua, añade que, además de vender entradas en modalidad de reventa que no se corresponden con el producto real, no siempre están autorizadas por las empresas organizadoras de los eventos. Además, también tienen constancia de que algunas entradas vendidas en estas plataformas son falsas y no se verifican correctamente.
Estas inseguridades se suman al hecho de que, al comprar una entrada de otro usuario no existe la garantía de que dicho vendedor no vaya a acceder previamente al recinto y utilizarla. Lo que impediría al comprador acceder a pesar de haberla adquirido, como ocurrió recientemente en los conciertos de Coldplay y Harry Styles celebrados en el Wizink Center de Madrid.
Asimismo, Anna pone el foco en la tardanza a la hora de recibir el reembolso por una entrada, que se demora hasta después de que el concierto o festival se lleve a cabo.
Además de la reventa abusiva o ficticia, desde las organizaciones de consumo advierten de una serie de hábitos contrarios al derecho del consumidor que se suceden en conciertos y festivales. Entre ellos, los cambios y cancelaciones a última hora.
Desde la OCU afirman que si no se cumple con la suficiente antelación, el reembolso no se limita al importe de la entrada, ya que los gastos específicamente destinados al disfrute del evento –como desplazamiento o alojamiento– también deberán ser abonados por los perjuicios causados.
Otras medidas que se llevan a cabo, como la prohibición de introducir alimentos y bebidas dentro del recinto cuando existe la venta dentro y el consumo está permitido, suponen un abuso, teniendo en cuenta que la actividad principal del festival es la música y no la alimentación.
‘Tokens’
Por último, cabe destacar la proliferación de los métodos de pago exclusivos en monedas propias del festival o ‘tokens’, una práctica contraria a la normativa de consumo, ya que la organización del evento tiene la obligación de aceptar el efectivo como medio de pago y no imponer comisiones abusivas en el importe a través de pulseras o aplicaciones.
Por estas razones, desde la OCU han solicitado al Ministerio de Consumo la necesidad urgente de una normativa para salvaguardar los servicios básicos en los festivales y establecer compensaciones por malas prácticas que se repiten cada año.
Desde el ministerio afirman que los festivales forman parte de la industria del ocio, por lo que se les aplica la misma regulación que al resto de negocios en este tipo. Añaden que las reclamaciones ante posibles incumplimientos deben formalizarse ante las autoridades de consumo de la comunidad autónoma correspondiente.
Viagogo, Seatwave y Ticketbis son algunas de las páginas que acumulan más reclamaciones de los consumidores