Vuelven los toros a Bilbao
► Pablo Hermoso y Lea Vicens cortan generosos trofeos pero Guillermo Hermoso hace lo más importante
La vuelta de los toros a Bilbao, después de los dos años de pandemia, es noticia muy importante para la Fiesta. Las Corridas Generales bilbaínas suponen una cumbre de la temporada. Esta Plaza se ha caracterizado siempre por la seriedad de los toros y la exigencia. El centenario Club Cocherito simboliza la categoría de esta afición; el solemne apartado de los toros, el cuidado de todos los detalles.
Este año, se ha remozado la Plaza de Vista Alegre, reinaugurada el pasado 19 de junio. Ésta es la primera Feria que organiza la nueva empresa, BMF, que intenta dar un giro de modernidad, para volver a la ocupación de hace años. Son novedad las carpas, los conciertos y una mayor promoción, pero lo esencial seguirá siendo el toro bravo, piedra angular de todo. Del 20 al 28 de agosto se ha programado un festejo de rejones, una novillada picada y siete corridas de toros, más el Memorial Iván Fandiño y los recortadores. Un buen menú, de menos a más. Los festejos más esperados llegarán a mitad de la semana.
Comienza la Feria con rejones, con Pablo Hermoso, acompañado ahora por su hijo Guillermo y por Lea Vicens. Una vez más, echo de menos al otro gran rejoneador actual, Diego Ventura, y que se configure el cartel como un equipo, no con tres figuras.
Las reses de Bohórquez son muy manejables. Pablo Hermoso corta una oreja en cada toro; Lea Vicens, una. Guillermo Hermoso ha perdido trofeos, en plural, en el tercero, por el descabello, después de una gran faena, y en el último, por el rejón de muerte, pero ha tenido una gran tarde.
En la etapa final de su carrera mantiene Pablo Hermoso su magisterio. Ésta es su tarde número cuarenta, en esta Plaza. En el primero, brilla con el debutante Talento, nieto de Cagancho. Una labor sobria, madura, rematada certeramente con el rejón de muerte: primer trofeo de la Feria. Brinda a sus padres el cuarto, que flaquea. Resuelve Pablo los problemas del toro –y de un caballo– con maestría y mata con facilidad: generosa oreja.
Lea Vicens, en el segundo, se luce con Bético, clava desigual, mata a la tercera; al echar pie a tierra, es arrollada, sin consecuencias. En el quinto, brilla más como amazona que al clavar. Mata a la primera: generosa oreja.
Con sólo 23 años, Guillermo Hermoso encadena triunfos. En el tercero, entusiasman los cambios en la cara con Berlín, el quiebro milimétrico con Ecuador y el par a dos manos con Esencial, pero pierde trofeos, al fallar con el descabello. Devuelto el sexto después de un topetazo contra tablas, el sobrero mansea pero Guillermo arriesga, en una lidia con mérito y emoción pero falla al matar. Sin trofeos, por la suerte suprema, ha hecho lo más valioso de la tarde y demostrado su gran momento.
Espero que, en las corridas de a pie, aumenten los espectadores y que se recupere el criterio de exigencia del presidente, otra seña de identidad de Bilbao: sin eso, la plaza pierde categoría.