El SAS revisa el ‘tarifazo’ del PSOE en los conciertos sanitarios para ahorrar
Ha estado pagando tres veces más de lo que vale por sacar la muela del juicio y era donde «salía más caro en España» La Junta tramita una orden que unifica los precios máximos de las operaciones más comunes que abona a estas clínicas
El Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha llegado a pagar hasta 464 euros por sacar una muela del juicio a los pacientes derivados a una clínica privada que le prestaba servicio a través de un concierto. Dicha operación rutinaria en un odontólogo cuesta tres veces menos, asegura Alfonso García Rosa. Habla con conocimiento de causa. Como subdirector de Accesibilidad y Continuidad Asistencial del SAS, este médico especialista en Cirugía General y Aparato Digestivo ha hecho un estudio comparativo de las tarifas que aplican los distintos territorios con el objetivo de equipararlas a su coste real en el mercado. La conclusión es rotunda: «En Andalucía era donde salía más caro extraer un (diente) cordal de toda España». Es una de las ‘herencias’ que dejó el PSOE tras 37 años al frente de la Junta de Andalucía. Desde que el Estado hizo el traspaso de las competencias sanitarias a las Comunidades, el Gobierno de Manuel Chaves empezó a firmar convenios y conciertos con entidades privadas para atender a pacientes que no podía asumir la red pública. En su tarea opositora, los socialistas han escogido ahora este sistema como ariete para desgastar al Ejecutivo de Juanma Moreno (PP), machacando con el mantra de que «está desmantelando» la sanidad pública.
El banderín de enganche de su nueva campaña de ataques al Ejecutivo es el proyecto de orden que empezó a tramitar la Consejería de Salud antes de las elecciones del pasado 19 de junio que dieron la mayoría absoluta al PP.
Bajar las listas de espera
La norma pretende poner orden para que, por ejemplo, la Junta no vuelva a pagar a precio de oro la extracción de una muela del juicio. Para ello se han unificado las tarifas que el SAS abonará a los centros concertados por un amplio catálogo de pruebas, operaciones quirúrgicas, consultas y estancias hospitalarias con el doble objetivo de reducir las listas de espera y aliviar plantas y quirófanos en los periodos que repunta la demanda asistencial.
Según reza en el proyecto de la orden –cuya fase de alegaciones finalizó el pasado 18 de agosto y no tiene aún una fecha para su aprobación–, «es conveniente establecer una tarifa máxima homogénea para toda Andalucía por procedimiento (o intervención) y no por grupos, como hasta ahora». Al fijar unos topes con carácter general, con un precio cerrado por cada servicio que se presta, se buscan dos finalidades: «una reducción en el coste de los procedimientos más frecuentemente concertados» y «resolver» aquellas intervenciones y pruebas diagnósticas que suelen engrosar la lista de espera o generar problemas asistenciales «cuando efectivamente sea necesario». No se deja ningún cabo suelto. La implantación de precios máximos homogéneos «permitirá que no se realicen contrataciones con tarifas tan dispares como hasta ahora. Por ejemplo, un mismo tipo de ecografía variaba entre los 18 y 56 euros en función de la provincia» en la que se realizaba, precisa el subdirector del SAS.
El nuevo sistema de tarifas actualiza precios, amplía servicios y busca cubrir prestaciones asistenciales que no requieren hospitalización como la clásica operación de cataratas u otras actividades que el sistema sanitario público de Andalucía debe atender con rapidez y para las que no dispone de una estructura suficiente. Hablamos de la cirugía reconstructiva de mama, la salud dental o la logopedia.
Comparando las tarifas que pagan distintas Comunidades y haciendo una media, el SAS ha elaborado una relación de los precios máximos que propone abonar por las 158 intervenciones quirúrgicas más frecuentes que deriva a centros concertados. También pone cifras a la estancia hospitalaria de un paciente, la medicación, el material fungible, las revisiones médicas y hasta las complicaciones que se pudieran producir en un plazo determinado.
Tarifas más altas de España
Los precios que «estaban muy por debajo de los valores del mercado» se han revisado al alza como, por ejemplo, la estancia hospitalaria que «tradicionalmente se estaba pagando mal», especifica García. El SAS abonaba 117 euros por un día de ingreso en estancias de hasta una semana y ahora se ha fijado en 215 euros. En algunos casos, los bajos precios dejaban desiertos algunos servicios como la Otorrinolaringología.
Son más frecuentes las intervenciones que estaban sobrevaloradas y que ahora se ajustan a la baja. Al poner un precio máximo, «no caemos en la falacia de dar procedimientos a tarifas más altas que el resto del Estado con la excusa de que los centros que las realizan tienen un mayor nivel asistencial que realmente no es necesario», defiende el responsable del SAS.
El ejemplo más palmario es la extracción del molar, cuyo coste se ha fijado en 156,78 euros. No es el único caso que ilustra el descontrol que ha reinado en estas contrataciones. Otra operación común es la de cataratas, por la que «se estaban abonando, según la antigua orden (que data de 1998), aproximadamente 1.200 euros, mientras que en el resto de Comunidades se hacía por 700 ó 900 euros», revela García. Como máximo se pagarán 964,18 euros. La intervención de varices pasa de costar 1.967,20 euros a 837,29. La de juanetes se reduce en 12 euros y las de dedo en martillo en 206. Ambas tienen un notable impacto económico al ser patologías recurrentes en los centros
La nueva norma incluye intervenciones que antes se acumulaban en las listas de espera porque a los centros concertados no les interesan
concertados con la agencia pública.
El nuevo proyecto de orden incluye otras ventajas. Por primera vez se evalúa el coste íntegro de una operación: no sólo el fungible sino también las endoprótesis que se colocan a pacientes como, por ejemplo, las prótesis de cadera o de rodilla. De este modo, «nos aseguramos tanto la calidad, pues se exige que dicho material sea del catálogo aprobado por el SAS, como la seguridad de precio que con la anterior orden no se daba», esgrime.
La norma incluye intervenciones que antes engordaban en las listas de espera porque no resultaban rentables a los centros concertados. Es el caso de la cirugía bariátrica (para que pacientes con obesidad mórbida pierdan peso). En diciembre de 2019, había 1.571 pacientes pendientes de esta intervención con una demora media de 694 días. El pasado mes de mayo la lista se había reducido a 678 personas con una espera media de 295 días. «Esto se ha podido cumplir tanto con los medios propios del SAS como con los centros concertados», remarca García.