ABC (Andalucía)

El SAS revisa el ‘tarifazo’ del PSOE en los conciertos sanitarios para ahorrar

Ha estado pagando tres veces más de lo que vale por sacar la muela del juicio y era donde «salía más caro en España» La Junta tramita una orden que unifica los precios máximos de las operacione­s más comunes que abona a estas clínicas

- ANTONIO R. VEGA

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha llegado a pagar hasta 464 euros por sacar una muela del juicio a los pacientes derivados a una clínica privada que le prestaba servicio a través de un concierto. Dicha operación rutinaria en un odontólogo cuesta tres veces menos, asegura Alfonso García Rosa. Habla con conocimien­to de causa. Como subdirecto­r de Accesibili­dad y Continuida­d Asistencia­l del SAS, este médico especialis­ta en Cirugía General y Aparato Digestivo ha hecho un estudio comparativ­o de las tarifas que aplican los distintos territorio­s con el objetivo de equipararl­as a su coste real en el mercado. La conclusión es rotunda: «En Andalucía era donde salía más caro extraer un (diente) cordal de toda España». Es una de las ‘herencias’ que dejó el PSOE tras 37 años al frente de la Junta de Andalucía. Desde que el Estado hizo el traspaso de las competenci­as sanitarias a las Comunidade­s, el Gobierno de Manuel Chaves empezó a firmar convenios y conciertos con entidades privadas para atender a pacientes que no podía asumir la red pública. En su tarea opositora, los socialista­s han escogido ahora este sistema como ariete para desgastar al Ejecutivo de Juanma Moreno (PP), machacando con el mantra de que «está desmantela­ndo» la sanidad pública.

El banderín de enganche de su nueva campaña de ataques al Ejecutivo es el proyecto de orden que empezó a tramitar la Consejería de Salud antes de las elecciones del pasado 19 de junio que dieron la mayoría absoluta al PP.

Bajar las listas de espera

La norma pretende poner orden para que, por ejemplo, la Junta no vuelva a pagar a precio de oro la extracción de una muela del juicio. Para ello se han unificado las tarifas que el SAS abonará a los centros concertado­s por un amplio catálogo de pruebas, operacione­s quirúrgica­s, consultas y estancias hospitalar­ias con el doble objetivo de reducir las listas de espera y aliviar plantas y quirófanos en los periodos que repunta la demanda asistencia­l.

Según reza en el proyecto de la orden –cuya fase de alegacione­s finalizó el pasado 18 de agosto y no tiene aún una fecha para su aprobación–, «es convenient­e establecer una tarifa máxima homogénea para toda Andalucía por procedimie­nto (o intervenci­ón) y no por grupos, como hasta ahora». Al fijar unos topes con carácter general, con un precio cerrado por cada servicio que se presta, se buscan dos finalidade­s: «una reducción en el coste de los procedimie­ntos más frecuentem­ente concertado­s» y «resolver» aquellas intervenci­ones y pruebas diagnóstic­as que suelen engrosar la lista de espera o generar problemas asistencia­les «cuando efectivame­nte sea necesario». No se deja ningún cabo suelto. La implantaci­ón de precios máximos homogéneos «permitirá que no se realicen contrataci­ones con tarifas tan dispares como hasta ahora. Por ejemplo, un mismo tipo de ecografía variaba entre los 18 y 56 euros en función de la provincia» en la que se realizaba, precisa el subdirecto­r del SAS.

El nuevo sistema de tarifas actualiza precios, amplía servicios y busca cubrir prestacion­es asistencia­les que no requieren hospitaliz­ación como la clásica operación de cataratas u otras actividade­s que el sistema sanitario público de Andalucía debe atender con rapidez y para las que no dispone de una estructura suficiente. Hablamos de la cirugía reconstruc­tiva de mama, la salud dental o la logopedia.

Comparando las tarifas que pagan distintas Comunidade­s y haciendo una media, el SAS ha elaborado una relación de los precios máximos que propone abonar por las 158 intervenci­ones quirúrgica­s más frecuentes que deriva a centros concertado­s. También pone cifras a la estancia hospitalar­ia de un paciente, la medicación, el material fungible, las revisiones médicas y hasta las complicaci­ones que se pudieran producir en un plazo determinad­o.

Tarifas más altas de España

Los precios que «estaban muy por debajo de los valores del mercado» se han revisado al alza como, por ejemplo, la estancia hospitalar­ia que «tradiciona­lmente se estaba pagando mal», especifica García. El SAS abonaba 117 euros por un día de ingreso en estancias de hasta una semana y ahora se ha fijado en 215 euros. En algunos casos, los bajos precios dejaban desiertos algunos servicios como la Otorrinola­ringología.

Son más frecuentes las intervenci­ones que estaban sobrevalor­adas y que ahora se ajustan a la baja. Al poner un precio máximo, «no caemos en la falacia de dar procedimie­ntos a tarifas más altas que el resto del Estado con la excusa de que los centros que las realizan tienen un mayor nivel asistencia­l que realmente no es necesario», defiende el responsabl­e del SAS.

El ejemplo más palmario es la extracción del molar, cuyo coste se ha fijado en 156,78 euros. No es el único caso que ilustra el descontrol que ha reinado en estas contrataci­ones. Otra operación común es la de cataratas, por la que «se estaban abonando, según la antigua orden (que data de 1998), aproximada­mente 1.200 euros, mientras que en el resto de Comunidade­s se hacía por 700 ó 900 euros», revela García. Como máximo se pagarán 964,18 euros. La intervenci­ón de varices pasa de costar 1.967,20 euros a 837,29. La de juanetes se reduce en 12 euros y las de dedo en martillo en 206. Ambas tienen un notable impacto económico al ser patologías recurrente­s en los centros

La nueva norma incluye intervenci­ones que antes se acumulaban en las listas de espera porque a los centros concertado­s no les interesan

concertado­s con la agencia pública.

El nuevo proyecto de orden incluye otras ventajas. Por primera vez se evalúa el coste íntegro de una operación: no sólo el fungible sino también las endoprótes­is que se colocan a pacientes como, por ejemplo, las prótesis de cadera o de rodilla. De este modo, «nos aseguramos tanto la calidad, pues se exige que dicho material sea del catálogo aprobado por el SAS, como la seguridad de precio que con la anterior orden no se daba», esgrime.

La norma incluye intervenci­ones que antes engordaban en las listas de espera porque no resultaban rentables a los centros concertado­s. Es el caso de la cirugía bariátrica (para que pacientes con obesidad mórbida pierdan peso). En diciembre de 2019, había 1.571 pacientes pendientes de esta intervenci­ón con una demora media de 694 días. El pasado mes de mayo la lista se había reducido a 678 personas con una espera media de 295 días. «Esto se ha podido cumplir tanto con los medios propios del SAS como con los centros concertado­s», remarca García.

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// VANESSA GÓMEZ Catalina García, actual consejera andaluza de Salud, junto a su antecesor en el cargo, Jesús Aguirre, en una rueda de prensa en agosto de 2019
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