NOS SEGUIMOS RIENDO DE ELLAS
LA LIGA FEMENINA IBERDROLA ES UNA CHAPUZA MÁS DE LA REAL FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE VELA
Estamos en los tiempos de la igualdad y la paridad, eso al menos promulga e impone este Gobierno de España, pero todo depende de quién y cómo se haga. En el deporte de la vela, en este concepto, vamos para atrás como los cangrejos. La Federación Internacional se ha cargado una clase totalmente femenina (470) para colocar una mixta (470), es decir, ha hecho desaparecer a una mujer por barco y si participaban 40 mujeres, ahora lo harán 20. Una gracia que deja en desventaja a la participación femenina y que condena a la mujer a un segundo plano en cada equipo. ¡Veremos las patronas que actúan como tal en los Juegos de París!
En España, un país que tiene un Ministerio exclusivo para estos menesteres, con un presupuesto de
20.000 millones de euros, ni se dan cuenta de lo que pasa con este tema en la vela. José Manuel Franco, antes cartero que Secretario de Estado para el Deporte, ni se ocupa de que la inclusión de la mujer se realice como manda su jefa, Irene Montero.
Precisamente ahora que hay que equiparar a la mujer con los hombres, la Federación Española de Vela inventa una Liga Femenina que paga Iberdrola y que nos encanta a los aficionados, pero que esa Liga no ve ni un solo euro de la aportación de la eléctrica.
Es una liga con cuatro regatas y con mucha desigualdad. En las cuatro citas no participan los mismos equipos y lo suelen hacer dos, que tienen patrocinio, y otros que son de la zona o de cerca. Teniendo en cuenta que una liga se juega, al menos a ida y vuelta, estos cuatro encuentros femeninos no son más que unas migajas que pagan los clubes para tener contento al ahora mandamás federativo, Javier Sanz.
Nos gustaría saber, y también a las chicas y a los clubes, en qué se gasta el dinero que aporta Iberdrola a la Liga. En cada regata hay que poner un Comité, unos medidores y unos jueces para que arbitren en el mar, que pagan religiosamente los clubes. Eso sí, la Federación se hace cargo de las banderolas que se colocan en tierra con los logotipos de Iberdrola y del viaje y estancia de todo un director de Comunicación para que, sin salir al mar a ver la regata, haga dos notas de prensa, la previa y el final.
El señor Sanz venía a cambiar la vela. A acabar con las cacicadas de algunos de sus presidentes salientes. Prometió una igualdad que no se está cumpliendo y solo la buena fe de las Federaciones Territoriales y de los clubes mantienen un nivel alto en nuestra cantera. Eso pasa por meterse a dirigir la federación española más laureada de todos los tiempos sin tan siquiera saber navegar. Eso sí, de números sabe un montón y por ahí nunca se le va a pillar.