Feijóo mantendrá su estrategia pactista para atraer al votante más moderado
► Los populares acusan a Sánchez de pretender aislar al principal partido de la oposición
Conseguido el apoyo de Bildu, de los independentistas catalanes y en general de todo aquello que Rubalcaba bautizó como ‘alianza Frankenstein’ para sacar adelante su decreto-ley de ahorro energético, el Gobierno de Sánchez volvió ayer al ataque contra Alberto Núñez Feijóo, por la oposición «tóxica» que lleva a cabo, según denunció el ministro Félix Bolaños. La ministra de Educación, Pilar Alegría, se sumó a la ‘fiesta’ del Gobierno contra el presidente del PP, al que reprochó su trabajo «frentista, negacionista y obstruccionista» al frente de los populares. Fuentes de Ferraz consultadas por Ep se referían así ayer al político gallego: «Feijóo venía con un aura de moderado y está demostrando todo lo contrario: no está a la altura de las circunstancias, no es moderado, ni es solvente ni es líder. Es un gran fraude».
En la dirección nacional del PP asisten con cierto regocijo a este festival de descalificaciones contra su líder. En el fondo, están convencidos de que se volverá en contra del Gobierno. En cualquier caso, fuentes de Génova aseguraron a ABC que Feijóo no va a cambiar su estrategia ‘pactista’ y no piensa regalar a Sánchez el relato de que el PP es un partido obstruccionista que solo saber oponerse y votar que ‘no’ a todo lo que llega al Congreso de los Diputados.
En las filas populares sorprendieron ayer otras declaraciones de la ministra Alegría, en las que advirtió de que a partir de ahora el Gobierno condiciona todo diálogo con el partido de Feijóo a que se cumpla el acuerdo firmado por el anterior equipo ‘popular’ y se proceda a renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). La sorpresa llegó, sobre todo, porque desde hace meses no existe ningún tipo de comunicación entre el Ejecutivo y el principal partido de la oposición. Más aún, el Gobierno ha respondido con una ‘cobra’ a la mano tendida del PP en diferentes asuntos. Ocurrió, por ejemplo, con el plan fiscal de Feijóo contra la subida de precios, sobre el que no ha recibido ninguna respuesta formal.
El curso político empieza sin que haya una sola línea de comunicación abierta entre el Gobierno y el Partido Popular. Ni siquiera sobre la renovación del Consejo General del Poder Judicial, un asunto que trataron Sánchez y Feijóo en la reunión que mantuvieron en La Moncloa el pasado 7 de abril, el primer y único encuentro entre ambos desde el relevo al frente del PP, y sobre el que acordaron «retomar las conversaciones» de forma inmediata. Y así lo hicieron con Félix Bolaños y Esteban González Pons como interlocutores por parte del Gobierno y el PP, respectivamente. Más de cuatro meses después, esas conversaciones están bloqueadas otra vez y sin nuevas reuniones a la vista. Los populares presentaron su propia propuesta en julio, de la que no obtuvieron respuesta formal, y este mes de agosto el Ejecutivo sacó a relucir un supuesto acuerdo ‘secreto’ de la anterior dirección del PP, que la actual Génova asegura que desconocía y no hace suyo.
Más propuestas
El PP denuncia los portazos sucesivos del Gobierno a sus propuestas de acuerdo y a sus invitaciones al diálogo para acordar medidas, como las relacionadas con el ahorro energético. Pero la respuesta negativa del Ejecutivo no modificará el plan de Feijóo ni su intención de seguir presentando propuestas en el casi año y medio que queda, en teoría, de legislatura.
Fuentes de Génova explicaron que Feijóo mantendrá su «voluntad pactista» para enviar un mensaje nítido al votante de centro moderado, que quiere atraerse para ensanchar al PP desde el punto de vista electoral. La progresiva tendencia de Sánchez a inclinarse hacia la izquierda y hacia el espacio de Podemos deja a los populares un terreno de centro-izquierda que quiere explorar. Por ahora, el PP considera que el objetivo de absorber al votante de Ciudadanos está bastante avanzado, pero quiere mirar más allá, a todo lo que pueda estar a la derecha del PSOE, y ese espacio cada vez es más amplio. «Somos un partido pactista, y todos verán que si no hay acuerdos no será por culpa nuestra», señalan fuentes próximas a Feijóo.
Desde Génova se denuncia un intento de los socialistas, con Sánchez a la cabeza, de «aislar» al principal partido de la oposición, al que se niega desde el Gobierno incluso la posibilidad de negociar unas medidas antes de que sean aprobadas. Como mucho, se exige después su adhesión, y si esta no se produce, entonces se lleva a cabo la cascada de descalificaciones contra este partido, mientras se elogia la ‘responsabilidad’ de partidos como Bildu o Esquerra Republicana, y así se legitima su posición de socios preferentes del Gobierno. «No vamos a regalar ese relato a Sánchez, porque siempre tendrá una alternativa al voto de Bildu, que somos nosotros, con los que podrá negociar cuando quiera», advierten fuentes populares.
«Ya quisiera el Gobierno que le regalásemos el argumento de que el PP es el partido del ‘no’ a todo y que se niega a negociar con él, peo no es así y seguiremos con la mano tendida para asuntos que interesen a los ciudadanos», señalan desde Génova. En este contexto, el PP intentará que Sánchez se retrate en cada votación: entre negociar con los populares y hacerlo con Bildu, tendrá que elegir y todo el mundo lo verá, como ha ocurrido con el decreto energético. Los populares recuerdan que esta misma semana han apoyado el decreto de reforma del sistema de cotización de los autónomos, después de hablar con el sector y comprobar que estaba de acuerdo con el contenido.
La secretaria general del PP y portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, resumió así la relación del Gobierno con su partido: «Estamos dispuestos a trabajar conjuntamente con el Gobierno por los españoles, pero al otro lado están comunicando o hay un fallo de sistema». Gamarra lamentó que sea el propio Sánchez quien haya reconocido que no llama ni va a llamar al presidente Feijóo: «Es algo que no entienden los ciudadanos, ya que toda Europa dice que lo peor está por venir», avisó la número dos del PP.
Cuca Gamarra
Secretaria general del PP «Estamos dispuestos a trabajar con el Gobierno, pero al otro lado están comunicando»
«Los ciudadanos no entienden que Sánchez no llame a Feijóo, porque lo peor está por venir»