El esprint final de Asensio
► A seis días para el cierre del mercado, la salida del Madrid del delantero coge fuerza. No tiene oferta de renovación y si se queda pone en peligro el Mundial
Con el reloj de arena del mercado de fichajes a punto de vaciarse, a unos cuantos jugadores les empieza a entrar las prisas. El Mundial, ubicado entre noviembre y diciembre, condiciona por completo el proyecto a corto plazo de futbolistas en el alambre de ir, o no, a la cita de Catar. Solo quedan dos meses para que los distintos seleccionadores den a conocer su lista de 26, tiempo lo suficientemente corto como para pagar muy caro un mes de septiembre y de octubre chupando banquillo o jugando minutos de la basura. En ese escenario se encuentra Marco Asensio, que tiene seis días por delante para marcharse del Real Madrid si no quiere ver mermadas sus opciones de estar en la convocatoria de Luis Enrique. El futbolista balear acaba contrato en diez meses y el club blanco no tiene intención de renovarle, movimiento pensado para invitarle a salir y no marcharse gratis el próximo verano. La apuesta del Madrid para su banda derecha es Rodrygo, futbolista que este verano han renovado hasta 2028, le ha doblado la ficha y le ha adjudicado una cláusula de 1.000 millones de euros. El brasileño, y Valverde, ahora mismo titular indiscutible en esa posición, son las dos opciones de Ancelotti para acompañar a Vinicius y Benzema en el tridente de ataque, coyuntura que obliga a Asensio a buscar minutos de cantidad y de calidad fuera del Madrid.
Es evidente que no está obligado a ello. Puede elegir finalizar su contrato en 2023 y marcharse gratis, con el consecuente mordisco económico que ello conlleva, pero también sabe que permanecer en Valdebebas esta temporada es comprar décimos suficientes para no jugar el Mundial. Asensio cree que ha hecho méritos de sobra para ser un jugador importante en el Madrid. Sin ir más lejos, la pasada temporada fue el tercer máximo goleador del equipo, pero el club no piensa igual. La dirección deportiva blanca cree que el nivel de Marco nunca ha sido el mismo que mostró antes de su gravísima lesión de rodilla en el verano de 2019. De ahí que hayan apostado por otro tipo de jugadores y le hayan abierto la puerta de salida.
El decorado es gris oscuro para el balear, cuyo entorno transmite que desea seguir vistiendo de blanco, pero parece más una estrategia, para llevar al límite al Madrid, que una realidad. El club blanco tiene unas pretensiones de venta de entre cuarenta y cincuenta millones de euros, precio que no facilita su adiós. Manchester United y Milán están muy interesados en Marco, pero ninguno de los dos se acerca a esa cifra en la que el Madrid ha tasado a Asensio.
Solo siete minutos oficiales
A la espera de horas y días definitivos para el futuro de Marco, las cartas están encima de la mesa y al descubierto. Ancelotti solo ha utilizado al balear siete minutos oficiales en estas tres semanas de competición. No participó en la Supercopa de Europa ni tampoco en el estreno de Liga en Almería, y solo jugó siete minutos en Balaídos, en la segunda jornada de Liga, cuando el partido ya estaba sentenciado y el tiempo por jugar era intrascendente para el resultado del mismo.
El propio Carletto no esquivó el tema y fue contundente el pasado jueves en Estambul, cuando fue entrevistado
tras el sorteo de la Champions y recoger el premio a mejor entrenador de la pasada temporada: «Marco está mirando algo para salir», confesó Ancelotti, pero el Madrid no tiene aún una propuesta que les satisfaga. Lo que le da algo de tranquilidad es el factor Jorge Mendes. Asensio se unió el pasado mes de mayo a su lustrosa cartera de jugadores, dejando a Horacio Gaggioli, su agente de toda la vida, y es evidente que el agente portugués tiene los contactos, la credibilidad y la experiencia necesaria para lograr un buen trato, tanto para su representado como para el Madrid.
¿Y qué pasará el día 1 de septiembre a las 23:59 horas si Asensio continúa siendo jugador del Real Madrid? Ancelotti también lo ha dejado claro. Contará con él y será entonces «un futbolista más de la plantilla al cien por cien», pero de partida será suplente, muy suplente. Es obvio que el futbolista peleará por revertir este orden de prioridades de su entrenador, pero no le será sencillo lograrlo ni tampoco hacerlo en los próximos dos meses, los que deciden una plaza en todo un Mundial. El laberinto no tiene fácil salida. Situación límite para Asensio.