La Junta pone deberes al Gobierno ante la sequía: «Que haga ya sus obras»
Crespo reclama «medidas adicionales» ante la situación de «emergencia» que sufre Andalucía por la falta de agua El Ejecutivo central tiene una decena de obras hidráulicas de interés del Estado que no ha llevado a cabo
La sequía que cuartea la tierra en el lecho de los pantanos ha empezado a agrietar también la relación de la Junta de Andalucía y el Gobierno en torno al agua, una cuestión que hasta ahora había escapado a las agrias disputas políticas. En la Administración autonómica no salen de su asombro al comprobar que en el orden del día de la Mesa Nacional de la Sequía convocada para el próximo lunes 5 de septiembre por el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, no aparece ninguna mención a la puesta en marcha de acometer medidas «adicionales» para amortiguar los efectos de la persistente falta de lluvia en la región.
«No es lógico que, en estos momentos, esa Mesa Nacional de Sequía no adopte otras decisiones que signifiquen ampliar esos decretos de sequía para una tierra como Andalucía cuando ellos [en alusión al Estado] gestionan el 67% de las cuencas» de la comunidad, se quejaba ayer la consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo.
En la convocatoria del encuentro enviado a las comunidades autónomas se propone debatir sobre cinco informes que radiografían la meteorología, las reservas, los seguros agrarios y la situación en los sectores más golpeados (agricultura y ganadería, sobre todo) y en los distintos territorios, como si se tratase de una «comisión de seguimiento», lamentaba la consejera. Con Andalucía instalada en la sequía, como buena parte de España, la Junta echa en falta las obras de interés del Estado que siguen pendientes de ejecutarse. De no abordarse con rapidez, se colocará a esta comunidad en una posición de «desventaja» con respecto a otras regiones que no acusan tanto la escasez de aguas, alertan.
Con la reserva hídricas al 22,5 por ciento de su capacidad en la cuenca del Guadalquivir, bajo la gestión del Est ado, hay que retroceder hasta el año 1995 para encontrar los embalses tan secos. Una situación «de emergencia» requiere medidas urgentes, insistió la consejera andaluza que, avanzó, va a acudir con ánimo «reivindicativo» a dicha reunión y a otra posterior prevista el 9 de septiembre con el secretario de Estado del Ministerio para la Transición Ecológica. «Vamos a preguntarle al Gobierno de España si piensa adoptar medidas adicionales en Andalucía para la sequía en nuestra comunidad autónoma», aseguró.
Actuaciones sin hacer
«No estamos pidiendo nada para el Gobierno andaluz sino que hagan sus obras, que las comiencen», remarcaba Crespo. Se refería a las obras de carácter hidráulico declaradas de interés estatal que en la mayoría de los casos no han empezado a realizarse. La lista es extensa: las desaladoras almerienses de Carboneras, Bajo Almanzora y del Campo de Dalías, la conducción de Tabernas-Venta del Pobre, el trasvase Tajo-Segura, la desaladora de la Axarquía, en la provincia de Málaga, así como la ampliación de la existente en Marbella. Además, están pendientes las conducciones de las presas de Rules y Siles, el trasvase del Tinto, Odiel y Piedras, clave para los regantes y municipios del Condado onubense, así como la presa de Alcolea o el Túnel de San Silvestre, en la misma provincia.
Para la Administración autonómica, al Gobierno le ha cogido el toro de la sequía con muchas de sus actuaciones sin hacer. Para ponerlo en contexto, Crespo tiró de matemáticas. Frente a los 141 millones de euros movilizados por la Junta a través de dos decretos de sequía que ha aprobado, de los que se han ejecutado el 48 por ciento con 15 actuaciones, el Gobierno ha dedicado 9,6 millones de euros a la cuenca del Guadalquivir y 4,1 millones más para trasvasar agua de La Colada a Sierra Boyera en Córdoba. «Sí o sí ya tienen que estar con esos proyectos», dijo. Andalucía «ha dedicado» 1.500 millones de euros a la política hídrica, frente a los 1.400 millones que los fondos Next Generation contemplan en esta materia «para toda España», recordó.
No se agotan ahí las reivindicaciones que la Junta llevará a la reunión del próximo 9 de septiembre. Al Ministerio para la Transición Ecológica le pedirá otras medidas compensatorias para agricultores y ganaderos como una doble tarifa eléctrica para el regadío, el IVA de los insumos y la bonificación de hasta 30 céntimos para el agua desalada.
La Junta hizo recuento de los resultados obtenidos con sus dos decretos para paliar la situación de sequía. Éstos rozan el 50% de ejecución y aportarán casi 73 hectómetros cúbicos de agua adicionales para el consumo de los andaluces y los regantes. En cuanto al primero de los decretos, citó obras relacionadas con los sistemas de explo
tación en situación de emergencia como La Viñuela (Málaga), Guadarranque Charco Redondo (Campo de Gibraltar) y Guadalhorce-Limonero (Málaga). En el segundo decreto se recogieron obras como la conexión del tratamiento terciario de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) del Rincón de la Victoria (Málaga) con el ámbito geográfico del Plan Guaro para el aprovechamiento de aguas regeneradas en el riego de explotaciones agrícolas; así como las obras para el aumento de la capacidad y calidad de los tratamientos terciarios en las EDAR de tres municipios almerienses (Adra, El Ejido y Roquetas de Mar).
Riesgo de fuertes lluvias
No todo son grandes infraestructuras. La Junta también ha limpiado cauces de ríos y arroyos, además de convocar ayudas para evitar las fugas de agua en la red de abastecimiento de pequeños y medianos municipios.
El final del verano tampoco invita al optimismo. La temperatura del mar Mediterráneo se ha incrementado a causa del calor registrado en los últimos meses, superando en la mayor parte de su superficie los 30 grados, por lo que la Junta prepara medidas preventivas ante el riesgo de que se produzca un episodio de Depresión Atmosférica Aislada en Niveles Altos (DANA).