La petición de indulto para José Antonio Griñán desbarata al PSOE
▶ Cargos orgánicos y públicos no lo firmarán por conculcar el código ético del partido
La petición de indulto para José Antonio Griñán, condenado a seis años de cárcel por el fraude de los ERE, sigue manteniendo descolocado al PSOE. Pese a que la tesis oficial lanzada desde la cúpula del partido es que la sentencia que condenó al expresidente andaluz fue «injusta» y no han sido pocos los dirigentes históricos que han anunciado que suscribirán esa demanda, cada vez son más los cargos orgánicos que públicamente se muestran reticentes a firmar la solicitud de gracia ya presentada formalmente por su familia, contraria al código ético de la formación.
Abrió la espita el secretario general de los socialistas, Juan Espadas, quien el pasado miércoles se desvinculó de la petición de indulto apelando al documento que rige los comportamientos de los miembros de su formación, contrario a cualquier perdón unilateral a condenados por corrupción.
Y al dirigente andaluz se le unió ayer otro importante barón del PSOE, el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, quien de primeras quiso manifestar su solidaridad con su antiguo compañero de filas, pues dijo creer a pies juntillas en su inocencia.
Pero acto seguido, dejó claro que su firma no se estampará donde cree que no debe. «Si no estuviera en el sitio donde estoy, lo apoyaría también» y «sería uno de los firmantes», dijo. «Cuando uno está y representa al conjunto de la población, como es mi caso, que soy presidente de todos los extremeños, hay cosas que me gustaría hacer y que uno no puede hacer».
Ni plantearlo
En más duros términos incluso se pronunció ayer también el secretario general de los socialistas sevillanos, Javier Fernández, quien considera que el Código Ético del PSOE impide «plantearse siquiera» firmar esa petición de indulto parcial. Según Fernández, al PSOE de Sevilla sólo le queda «respetar y acatar» la decisión del Supremo, pese a que no esté de acuerdo con el contenido del fallo.
Se trata de posiciones que contrastan de manera especial con la mostrada por la expresidenta andaluza Susana Díaz. Pese a ocupar cargo público (es senadora por designación autonómica), sí se ha mostrado partidaria de firmar esa petición de indulto. Y ayer se reafirmó en su postura. Poniendo además en tela de juicio no sólo que José Antonio Griñán malversara, como han dictado los jueces. Durante su participación habitual en el programa de Cuatro ‘Todo es mentira’ llegó a decir que «malversación, como tal, no significa que haya corrupción política», poniendo en tela de juicio el Código Ético del PSOE le impida por tanto apoyar la solicitud de perdón. Díaz siguió defendiendo a su antecesor —al que sacrificó en su formación cuando necesitaba los votos de Ciudadanos para ser presidenta— con los argumentos habituales de «no haberse llevado un duro».
El resto de dirigentes socialistas que respaldarán la propuesta son en general veteranos ya retirados de la política que compartieron años de labor con Griñán. Es el caso de Felipe González, Alfonso Guerra o el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero.
La mujer y los tres hijos del expresidente andaluz presentaron el jueves pasado la petición de indulto parcial ante el Ministerio de Justicia. La basan en «razones de humanidad y equidad», la avanzada edad del político, que cuenta 76 años, y también en la discrepancia que el falló suscitó en la sala del Tribunal Supremo que ratificó la sentencia de la Audiencia de Sevilla. Dos magistradas, del total de cinco que integraban el tribunal, emitieron votos particulares.
Sin esperar a la sentencia
La solicitud del indulto formulada por la familia de Griñán ha llegado antes incluso de que el Supremo haya notificado la sentencia que ratifica la condena a seis años prisión por un delito continuado de malversación y a 15 años de inhabilitación por prevaricación. Una circunstancia que llevó ayer a la ministra de Justicia, Pilar Llop, a afirmar que antes de tomar cualquier decisión habrá que conocer las peculiaridades y fundamentos jurídicos del fallo. Aunque también, como había hecho el jueves, preparaba el terreno. «No sería el primero» que se concediera, recordó.
Susana Díaz reitera su apoyo al perdón y cuestiona que malversar signifique necesariamente corrupción política