Lucía Dominguín «A Nacho Palau le dedicaré un gesto en cada conexión»
▶ Inmersa en el ‘reality’ de Telecinco, ‘Pesadilla en el Paraíso’, se ve ganadora y tonteando con algún compañero
Con sus coronas de flores sus largas túnicas y su pelo blanco Lucía Dominguín ha dejado de ser la hermana más anónima de Miguel Bosé para convertirse en todo un personajazo que estos días vive una nueva aventura televisiva al forma parte del elenco de concursantes del nuevo ‘reality’ de Telecinco ‘Pesadilla en el paraíso’. De esto y más hablamos con ella justo la víspera de desconectar del mundo para comenzar su nueva andadura.
—El concurso le va como anillo al dedo ya que pocos secretos puede tener para usted vivir en una granja.
—Estoy convencida de que me va a ir bien, es más, tengo bastante fe en mi como para que pueda ganar.
—¿Cómo la han convencido para que abandonara su huerto y se metiera en una granja?
—Es bueno y sano vivir una aventurilla. Salir de vez en cuando de la zona de confort o lo que antes decíamos el aplatanamiento.
—En esta guerra tiene experiencia.
—Con los animales sí, pero con el ser humano te aseguro que tengo poca experiencia. No conozco a nadie salvo a Pipi Estrada o Gloria Camila con los que he coincidido en algún programa, pero me he tenido que leer lo que ha aparecido en redes para saber quién va. Lo importante es el interior de las personas y supongo que eso es lo que saldrá en cuanto estemos conviviendo.
—También saldrá su lado más íntimo y una Lucía que igual no es la que conocemos.
—Está claro que también podrá salir la mala leche que tengo. De eso saben largo mis hijos. Pero también espero que conozcan mi lado más tierno, los enormes abrazos que es lo que más me va en esta época de mi vida. Los años de la rebelde y la terrorista ya pasaron hace tiempo aunque es verdad que algo de esa rebeldía o locura siempre queda dentro y por eso no sé si aflorará en situaciones extremas.
—¿Qué le gustaría vivir?
—Tener una experiencia amena, divertida e instructiva. Que triunfe el compañerismo frente a la pelea y el conflicto. No creo que eso sea necesario para la audiencia. Prefiero la paz y el amor y disfrutar del día a día.
—¿Qué le desquicia?
—El calor. No poder dormir con las ventanas abiertas de par en par sobre todo en invierno.
—¿Confía en enamorarse?
—Pues no. Soy mujer y coqueta como buena Leo y supongo que tontearé pero te aseguro que no me vais a ver enrollarme ni en un ‘edredonning’. Vamos, ni de coña. Y si eso pasa pondré un palito para que no se note nada.
—Sé que tiene una estrecha amistad con Nacho Palau y supongo estará muy al tanto del difícil momento que está viviendo tras anunciar que padece un cáncer de pulmón.
—Prefiero no responder a esas preguntas porque es Nacho quien debe hablar sobre su historia y cómo se siente, pero sí te puedo contestar que le he visto bien. He estado con él en casa antes de ingresarse. Tenemos muy buena relación y así seguirá siendo. Lo que sí le he dicho antes de despedirnos es que cada vez que haga un gesto en el programa será dedicado a él.
—¿Y se puede saber qué gesto será?
—A ver si lo descubres que estoy segura que sí.
—¿De qué le cuesta separarse?
—De mi cama. Me llevo la almohada. Es lo único porque todo lo demás lo llevo conmigo siempre en mi corazón y estómago. Como todas las buenas madres.