Los agresores sexuales son oportunistas, lo que propicia que se detenga a 8 de cada 10
▶ La tasa de esclarecimiento de las violaciones supera el 88 por ciento
Las denuncias por delitos contra la libertad sexual llevan años creciendo, con casos extremos como la violación grupal de ‘La Manada’ o el salvaje ataque que sufrió una menor en Igualada. Pero en paralelo ha aumentado la tasa de esclarecimiento (el porcentaje de casos en los que los autores son localizados y detenidos). De hecho, es una de las más elevadas y ese incremento también ha sido constante. Si en 2017 se aclararon el 79,1 por ciento de esos crímenes, el año pasado –con datos ya cerrados– subió hasta el 81,8, según los datos a los que ha tenido acceso ABC, lo que significa que en todas las tipologías se localizó a un altísimo número de autores.
En el más grave de todos ellos, las violaciones (agresión sexual con penetración) el porcentaje llegó al 88,5 por ciento, es decir, se detuvo a nueve de cada diez violadores, tres puntos por encima que en 2017 cuando además se denunciaron menos casos. En los abusos sexuales con penetración la tasa de esclarecimiento del año pasado fue del 91,3 por ciento frente al 90 de cuatro años antes (ver gráfico).
Según los criterios de la Secretaría de Estado de Seguridad, un delito se considera esclarecido desde el punto de vista estadístico si se detiene al autor ‘in fraganti’; si está plenamente identificado, o alguno de los autores, sin necesidad de que esté detenido aunque se encuentre en libertad provisional, huido o muerto; si existe una confesión verificada, pruebas sólidas o la combinación de ambos y, por último, cuando la investigación revele que en realidad no hubo infracción.
Además de la eficacia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad empleados a fondo por lo sensibles que son estos delitos, hay más factores que ayudan a explicar esta alta tasa de esclarecimiento. «La mayoría de violaciones no están cometidas por un tipo con componente de agresor sexual de serie, sino un oportunista», señala el psicólogo criminalista Jorge Jiménez Serrano, que ha estudiado a fondo esos perfiles. «Implica que el ‘modus operandi’ sea relativamente imperfecto, de ahí que las tasas de esclarecimiento sean más elevadas. Suele dejar suficientes evidencias forenses o los investigadores moviendo hilos pueden identificar al culpable. Las de este tipo no son investigaciones complicadas». Cuestión distinta es ese cerca del 20 por ciento con una forma de actuar «más perfeccionada, que no deja evidencias y ataca de determinada forma. Suelen ser agresores de serie y mucho más difíciles de esclarecer», añade.
Más datos, en 2019 hubo 411.903 detenidos e investigados por todo tipo de delitos (en realidad fueron más porque la Ertzaintza no incluye el número de investigados ni los Mossos d’Esquadra en ese momento algunas tipologías como homicidios o robos).
De esos más de 400.000 arrestados, 8.983 cometieron delitos contra la libertad sexual (agresión sexual, agresión sexual con penetración, corrupción de menores o incapacitados, pornografía de menores y otros contra la libertad e indemnidad sexual, que constituyeron el grueso: más de 5.600). Casi uno de cada tres investigados por delitos sexuales ese año era extranjero: 2.477.