Los conservadores anuncian hoy quién será su nuevo líder

▶ La titular de Exteriores, Liz Truss, se postula como favorita a suceder a Johnson

El nombre de la persona que a partir de mañana liderará el Partido Conservador y que, por consiguiente, tomará las riendas del país en el cargo de primer ministro, será anunciado este mediodía, después de que los miembros de la formación tuvieran un mes de tiempo para ejercer su derecho al voto. Desde que Boris Johnson anunciara su dimisión a principios de julio, tras ser incapaz de superar los múltiples escándalos que acumuló su gobierno durante los tres años que estuvo en el poder, los ‘tories’ empezaron una carrera por la sucesión que acabó con la elección de dos finalistas: la ministra de Exteriores, Liz Truss, y el que fuera el ministro de Finanzas estrella de Johnson durante los peores meses de la pandemia, Rishi Sunak.

Tras una campaña que los llevó a ambos a recorrer todo el Reino Unido durante el verano en su intento de conquistar el voto de los entre 160.000 y 200.000 miembros del partido que estaban llamados a votar, las urnas se cerraron el viernes a las cinco de la tarde. Tras el anuncio de hoy, mañana Boris Johnson se dirigirá a la nación en el que será su último mensaje, antes de viajar al castillo de Balmoral para encontrarse con la reina Isabel II, que por sus problemas de movilidad no regresará a Londres tras pasar el verano en Escocia. Después, la reina se verá con el elegido, que inmediatamente se convertirá en el primer ministro, o primera ministra, tal y como apuntan las encuestas, quien será invitado por la monarca a formar gobierno. Ayer, Truss, la favorita, y además una de las aliadas más fieles de Johnson, dio su última entrevista en la BBC, antes de conocerse el resultado. «Si soy elegida como primera ministra, dentro de una semana me aseguraré de anunciar cómo vamos a abordar el tema de las facturas de la energía y del suministro a largo plazo», anunció, con el objetivo de «poner a este país» en el camino correcto de cara al invierno que se avecina. Y aunque se negó a dar más detalles, se comprometió una vez más a recortar impuestos, ya que defiende que es una medida que está en la base de la ideología conservadora. «De lo que estoy hablando es de hacer crecer la economía. Y hacer crecer la economía nos beneficia a todos». «No hago promesas que no puedo cumplir», aseveró.

Primero objetivo: la inflación

Sunak también participó en la BBC en una conversación en la que se reafirmó en su idea de controlar la inflación antes de emprender cualquier cambio en los impuestos, tal y como lo hizo durante la campaña, en la que fue especialmente crítico con las propuestas de Truss. No obstante, reconoció que cree que ha perdido la carrera por el liderazgo, y declaró que su trabajo ahora «es solo apoyar» al próximo gobierno ‘tory’.

El exministro de Finanzas, que ya en plena campaña se calificó a sí mismo como el ‘underdog’, término en inglés que entre otras acepciones se refiere a quien tiene menos posibilidades de ganar una contienda, aseguró que seguirá en su cargo como parlamentario aunque pierda la elección y no descartó volver a luchar por ser la cabeza del partido que en diciembre del 2019 se hizo con la mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes. Ya sea que Truss finalmente sea anunciada como ganadora o que, aunque muy improbable, Sunak dé la sorpresa, lo que está claro es que el nuevo ‘premier’ tiene por delante un otoño y un invierno difíciles, con varios frentes abierto.

Entre ellos están la crisis por la subida de los precios de la energía que preocupan a millones de familias que podrían verse en la pobreza energética a principios del próximo año; la continuación de las huelgas más duras en décadas, a las que se han sumado millones de trabajadores del transporte público y correos. Otros problemas a los que se enfrenta Reino Unido son el control de las fronteras, con todos los ojos mirando a la controvertida política por la que se pretende enviar a los solicitantes de asilo que lleguen a territorio británico a través del Canal de la Mancha a centros de inmigrantes en Ruanda o el protocolo de Irlanda del Norte y otras ramificaciones del Brexit, que no termina de cuajar.