El sector aéreo gana altura pese a las casi 600 cancelaciones que dejan las huelgas
▶ Los aeropuertos se acercan a los niveles de operaciones precrisis durante los últimos días de agosto
España ha salido relativamente ilesa del torbellino aéreo que se ha producido en los aeropuertos europeos este verano. Terminales como Barajas y El Prat han sobrevivido a los conflictos laborales y la escasez de personal, que sí han provocado escenas de caos en aeropuertos de Londres, Fráncfort o Ámsterdam. Y todo ello pese a que las huelgas han obligado a cancelar cerca de 600 vuelos en los meses centrales del verano.
La cifra está engordada por el conflicto laboral vivido en Ryanair. Desde USO, uno de los sindicatos convocantes de las huelgas producidas desde el comienzo del verano, aseguran que se han producido 357 cancelaciones desde el comienzo de los paros. Unas protestas que se extenderán todos los lunes y jueves hasta principios de enero. Lidia Arasanz, delegada de USO en Ryanair, explica que además de estas cancelaciones se han producido 2.000 retrasos por las huelgas. Este periódico ha intentado, sin éxito, conocer los cálculos de la aerolínea respecto a los vuelos cancelados en España por la huelga de tripulantes.
Más allá de Ryanair, la huelga de tripulantes de cabina de Iberia Express ha dejado por ahora unas 50 cancelaciones, según los datos de la compañía, aunque los trabajadores las cifran en 100. Y en easyJet, las movilizaciones han afectado a unos 150 vuelos, ya que a las protestas de tripulantes (60 vuelos afectados) hay que sumar la de los pilotos (93 trayectos suspendidos). En conjunto, todas estas movilizaciones han dejado en tierra, al menos, 560 trayectos.
¿Por qué se han reactivado las huelgas este verano? Básicamente, porque los sindicatos están exigiendo a las compañías aéreas mejoras salariales y laborales tras dar por superado el Covid-19, que desencadenó una crisis sin precedentes en el sector de la aviación.
Los trabajadores entienden que arrimaron el hombro durante los peores meses de la pandemia y ahora exigen una contraprestación a las compañías aéreas. Unas fricciones que se han materializado en la falta de avances de los nuevos convenios colectivos del sector y consecuentes huelgas. En el caso de Ryanair, la empresa ni siquiera ha accedido a negociar con los sindicatos convocantes de la huelga, que reclaman, por ejemplo, que se aplique de una vez por todas la legislación laboral española y no la irlandesa en la compañía. Como respuesta, estos empleados se han echado a la calle.
Por ahora, el único gran acuerdo sellado en el sector este verano ha sido el alcanzado entre easyJet y los tripulantes de cabina. Un pacto que incluye un incremento del salario base del 4%, con carácter retroactivo desde marzo de este año. Los sueldos aumentarán un 13% más en 2023; y otro 5% en 2024, de tal manera que la subida total será del 22%. En Iberia Express todavía no se ha alcanzado un acuerdo, pero es cierto que Iberia ha convertido esta misma semana en fijos a casi 1.700 tripulasen de cabina eventuales
Fuentes del sector aéreo aseguran que ha sido «mínimo» y apenas ha influido en la operativa de las compañías aéreas en España. Los aeropuertos de la red de Aena registraron en julio más de 28,4 millones de pasajeros, lo que supuso un 3,2% más que el mismo mes del año anterior y el 92% de los pasajeros del mismo mes de 2019. En el acumulado del año, Aena registra el 85% de los pasajeros precrisis.
A nivel de operaciones, los datos de Eurocontrol reflejan que los aeropuertos españoles se acercan a los niveles precrisis. Entre el 24 y el 30 de agosto, el aeropuerto de Palma registró prácticamente las mismas operaciones que los mismos días de 2019, mientras que Barcelona-El Prat se quedó un 15% por debajo y Adolfo SuárezMadrid Barajas, un 16%. España fue, tras el Reino Unido, el país que más operaciones registró de media a diario entre el 22 de agosto y el 28 de ese mes y se quedó un 6% por debajo de los niveles registrados esos mismos días en 2019.
El impacto de los ERTE
Aunque las movilizaciones han condicionado la hoja de ruta de varias aerolíneas, la situación dista mucho de la vivida en veranos anteriores. Las centrales sindicales se muestran, en general, satisfechas con el seguimiento de las protestas, pero también critican los abusivos servicios mínimos impuestos por el Gobierno para cubrir estos conflictos.
Según denuncian desde Sepla, USO y Sitcpla, las compañías aéreas afectadas por la conflictividad social se han saltado estos servicios mínimos, que además han sido impugnados por los sindicatos ante la Audiencia Nacional. Desde las compañías aéreas, sin embargo, enfatizan en el poco impacto de las huelgas y reconocen que los ERTE han sido un mecanismo sumamente eficiente para recuperar a trabajadores tras la pandemia y evitar los problemas de escasez de personal que se han visto en otros países, como Reino Unido.
Las infraestructuras aeroportuarias españolas recibieron 28,4 millones de pasajeros en julio, el 92% de los registrados en 2019