Simeone, en vilo por Oblak
Una jugada desdichada, un topetazo fortuito con Reinildo, obligó a Jan Oblak a retirarse antes de tiempo del duelo entre la Real Sociedad y el Atlético del pasado sábado. El guardameta esloveno fue arrollado por el mozambiqueño y sufrió un fuerte golpe en el abductor izquierdo que le hizo gritar de dolor. Intentó seguir, pero enseguida comprobó que no podía y acabó sustituido por Ivo Grbic en el minuto 85. De inmediato saltaron las alarmas en el Atlético. El solo hecho de ver tendido a su portero con gestos de angustia sobre el césped ya causa vértigo. Oblak no es uno más. Fue el único que lo jugó todo el año pasado. Su paradas y actuaciones han salvado a los rojiblancos en innumerables ocasiones, y la lesión llega justo en la semana en la que la Champions vuelve a la acción, con un primer duelo crucial ante el Oporto en el Metropolitano.
Tras abandonar el terreno de juego Oblak siguió recibiendo la atención de los médicos en el banquillo, que le aplicaron hielo sobre la zona dolorida. El gesto del portero ya era más relajado. El primer parte del Atlético habló de un «traumatismo directo en el muslo», lo que en principio descartaba una lesión grave, pero todo dependerá de las sensaciones del guardameta. El Atlético de Madrid vuelve esta tarde a los entrenamientos y será entonces donde quede más claro si el esloveno podrá ser de la partida ante el Oporto.
Si el guardameta se entrena con normalidad, Simeone no dudará en utilizarle. Si no, ganará enteros la opción de Grbic, que ya disputó la pasada edción de la Champions como portero del Lille francés, club en el que se encontraba cedido. El croata, pues, no es un novato en la competición con la que sueña el Atlético.