Ocho muertos en un atentado suicida ante la Embajada rusa de Kabul
► Los talibanes llevan un año tratando de minimizar estos constantes ataques
La seguridad en Afganistán, ese logro del que hacen gala los talibanes cada vez que se les pregunta por su primer año en el poder, se aleja cada vez que una explosión sacude al país, sobre todo si es en Kabul. La capital, cuya protección está en mano de los hombres de la red Haqqani, volvió a vivir una jornada de violencia tras un atentado suicida a las puertas de la embajada de Rusia. Al menos ocho personas perdieron la vida, entre ellas dos funcionarios de la legación rusa, según confirmó el ministerio de Exteriores en Moscú. Todo un golpe a las aspiraciones de los talibanes de lograr el reconocimiento internacional y la reapertura de las delegaciones extranjeras en Kabul.
El ataque se produjo a media mañana, cuando decenas de personas hacían cola a las puertas de la legación para pedir un visado, una de las obsesiones para miles y miles de afganos que quieren abandonar el país. Aunque Rusia no reconoce de forma oficial el ‘emirato’, su Embajada funciona como lo hacen las de Irán, Turquía, China o Catar. «El atacante suicida, antes de alcanzar el objetivo, fue reconocido y los guardias de la embajada abrieron fuego», declaró el mulá Sabir, jefe del distrito policial donde tuvo lugar el ataque. Sin embargo, tuvo tiempo de activar la carga que llevaba asida al cuerpo.
Este es el segundo ataque suicida de la última semana. El viernes al menos 18 personas perdieron la vida en un atentado en Herat, al oeste del país, dirigido a un importante religioso vinculado con los talibanes. El ataque tuvo lugar en la mezquita de Guzargah, situada a las afueras de la ciudad, justo en el momento en el que llegó el imán del templo, Mujib Rahman Ansari. Este tipo de ataques suicidas los reivindica el grupo yihadista Estado Islámico (EI), gran rival interno de los talibanes. El objetivo es sacar a la luz las lagunas de seguridad en el Emirato. El pasado 19 de agosto, al menos 21 afganos murieron en otra gran explosión durante la oración vespertina en una mezquita de la capital afgana. Según la Policía, otros 33 resultaron heridos y entre ellos, cinco niños.
Atentados periódicos
El Gobierno talibán, en el poder desde agosto de 2021, intenta minimizar estos ataques, que son constantes, para dar una imagen de estabilidad y seguridad tras su victoria el año pasado.
«Sin ninguna duda estamos hablando de un acto terrorista, algo completamente inaceptable», dijo ayer por la mañana en rueda de prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. «Esperamos que los organizadores y perpetradores de este ataque sufran su debido castigo en el futuro próximo», declaró el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.