«Estamos casi solos, el empuje del Gobierno con el V Centenario ha languidecido»
► Tomás Mazón cree que han faltado medidas de «calado social» en la conmemoración
El 6 de septiembre de 1522, Sanlúcar de Barrameda abrazó a sus héroes tres años después; a los pocos que regresaron, al menos. La nao ‘Victoria’, a los mandos de Juan Sebastián Elcano, arribó a puerto tras culminar una gesta con sabor rojigualdo: la primera circunnavegación del mundo. Un viaje de tintes homéricos que, según explica a ABC el investigador especializado en este episodio Tomás Mazón, debería haber contado con mayor reconocimiento del Gobierno en su aniversario: «El empuje con el V Centenario empezó bien, pero ha ido languideciendo y ahora es casi nulo. Los que tratamos de dar a conocer este episodio nos hemos encontrado solos».
No se muerde la lengua el experto. Está convencido de que, aunque el Gobierno arrancó «con una exposición sobre el viaje que fue envidiable», se ha dejado llevar. «Nos hemos quedado solo con la fuerza de la Armada, de las administraciones locales y regionales, y de algunos entes privados». Dónde más se ha hecho es en dos comunidades: el País Vasco y Andalucía. «En la primera hoy será festivo para conmemorar el regreso y, en la segunda, habrá actividades toda la semana».
Mazón recalca que «la administración central tendría que haber tomado alguna iniciativa de calado social, y no solo destinada a un público interesado», como sí se ha hecho en algunos países latinoamericanos. Con todo, espera que eventos como la parada naval que presidirá Don Felipe VI en el navío Juan Sebastián Elcano ayuden a dar a conocer una proeza que, a él, todavía le eriza la piel.
Y es que lo de Mazón fue una epifanía. Siempre le había apasionado la historia, pero su trabajo como ingeniero técnico de Obras Públicas le dejaba poco espacio para disfrutar de ella. Este episodio puso su vida patas arriba. «El suceso me atrapó y llevo ya más de cinco años indagando sobre él», explica. Desde entonces araña horas al reloj para estudiar y analizar las fuentes originales. Las noches en vela y el fin de semana actúan como comodines. Y siempre le queda una última carta en la manga: «Me cuesta compatibilizar
«Cuesta compatibilizar todo. Sobrevivo cogiendo vacaciones para colaborar en eventos e investigar»
todo, aunque sobrevivo a base de coger vacaciones para poder investigar y participar en eventos».
No hay descanso para él, como no lo tuvieron los dieciocho de la fama hasta que llegaron a puerto. Hoy, corrobora, el esfuerzo ha dado sus frutos. El ejemplo más claro es que responde a este periódico poco antes de impartir una charla en Sanlúcar sobre el marino español. Un espacio de tiempo fugaz para narrar las novedades que aglutinó en su primer libro: ‘Elcano. Viaje a la historia’. «Hay un dato que no me gusta obviar: no adoptó la ruta porque fuera más fácil. Lo hizo, como él mismo escribió, porque ‘lo que más habemos de estimar es que hemos recorrido y descubierto toda la redondez del mundo’».
De lo que más orgulloso se siente es de haber elaborado un mapa online con el derrotero que seguía la expedición día a día. Aunque también de encontrar datos inéditos sobre el destino de los tripulantes. «Miguel de Rodas fue tentado por el rey luso a pasarse a su armada. Se negó porque no quería ser un traidor», completa.
El segundo de sus ensayos, ‘Espinosa: el último capitán de la vuelta al mundo’, ahonda en el destino de los hombres de la ‘Trinidad’. Un buque que, durante el tornaviaje, fue capturado por los portugueses. Porque, sentencia, no debemos olvidar tampoco a los que «quedaron atrás».