Los olvidos del exministro Illa
Relata en un libro su año al frente de la pandemia, pasando por alto el exceso de muertes y recordando los enfrentamientos con Madrid como el episodio más desagradable
Un tiempo «intenso, doloroso y duro». Así define Salvador Illa la época en la que estuvo al frente del Ministerio de Sanidad en su recién publicado libro ‘El año de la pandemia’ (Península, 2022). Más de trescientas páginas, con prólogo de Fernando Simón incluido, donde sin embargo el político socialista resuelve pocas de las incógnitas que aún rodean su gestión. La publicación es una crónica en primera persona en la que pone nombre y apellidos a cada uno de aquellos con los que compartió el devenir de la pandemia durante el año en el que dirigió la cartera de Sanidad.
Por eso contrasta con la falta de claridad al hablar, por ejemplo, del polémico comité científico-técnico Covid19, uno de los mayores quebraderos de cabeza para Illa durante su mandato. La negación de su existencia primero y, después, la negativa a poner rostro a sus componentes, unidas al debate sobre la efectividad de sus decisiones, marcaron el tono político de la desescalada hacia la «nueva normalidad», que concluyó en junio de 2020.
Pese a la controversia generada entonces, la primera –y única– vez que Illa se refiere al comité de expertos, explica que está formado por «especialistas de diferentes comunidades autónomas e instituciones» y se deduce que la creación se remonta a la primera semana del estado de alarma, es decir, en la segunda quincena del mes de marzo de 2020.
Desgrana el socialista que estos científicos trabajaron entonces en varios modelos de predicción de comportamiento del coronavirus y concretamente sobre uno que investigadores de la Universidad Rovira i Virgili enviaron a ‘The Lancet’ advirtiendo de la saturación de las UCI que se produciría en España en solo dos semanas. Esto provocó que días más tarde se impusiera en todo el país el confinamiento más duro, suspendiendo cualquier actividad no esencial. Sin embargo, el exministro no vuelve a referirse más a este grupo, al que se achacaron las decisiones más comprometidas durante los posteriores meses de mayo y junio.
Tampoco hace referencia el político catalán a otro de los episodios clave durante su mandato: las dos cartas publicadas por científicos españoles en ‘The Lancet’. En la primera de ellas, firmada, entre otros, por la inmunóloga y viróloga Margarita del Val, reputada investigadora del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, diversas personalidades del ámbito científico solicitaban una evaluación independiente e imparcial, liderada por un panel de expertos nacionales e internacionales, sobre la gestión del coronavirus en España. Ante la falta de respuesta, unos meses más tarde, otro grupo multidisciplinar volvió a exigir en ‘The Lancet Public Health’ información precisa y fiable sobre la pandemia en nuestro país.
«Se actuó con decencia, racionalidad y haciendo lo que se podía hacer con transparencia», dijo Illa durante la presentación ayer del libro en Madrid, a la que acudieron hasta once miembros del Ejecutivo, incluido el propio Pedro Sánchez. También reconoció que no leía la prensa ni prestaba demasiada atención a las críticas: «Nosotros íbamos a lo nuestro».
Enfrentamiento público
Sin mencionar lo que se conoce ahora, que los dos estados de alarma aplicados por el Gobierno fueron inconstitucionales según el propio Tribunal Constitucional, sí que dedica una gran parte de su libro a explicar los desencuentros judiciales y políticos con la Comunidad de Madrid, sobre lo que deja la duda de si el confinamiento perimetral (impuesto por el Ejecutivo) del mes de octubre se solicitó en base a una ley sin rango orgánico para evitar que este fuera avalado por los tribunales contra su propio criterio.
Si alguien ocupa un lugar central en el libro es la Comunidad de Madrid, a quien Illa dedica un capítulo íntegro para hablar del estado de alarma impuesto desde el Ejecutivo en la región liderada por Isabel Díaz Ayuso.
Así, en la publicación defiende que Madrid «se había convertido en el epicentro de la pandemia a nivel europeo y algunos embajadores se interesaron por la situación epidemiológica y las posibles medidas a adoptar». «Nadie entendía que no se hiciera nada», señala y culpa a la presidenta de madrileña de la situación, salvando al consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, del que dice y sostiene que siempre ha pensado «que él no tomaba esas decisiones».
La tensión a las puertas del puente del 12 de octubre de 2020 vivida entre el Ministerio de Sanidad y la Comunidad de Madrid es «uno de los episodios desagradables vividos durante la pandemia más destacados», concretamente «el único desafío serio a la autoridad del Gobierno de España» que percibió el exministro «en toda la pandemia». «Supongo que algo pudimos hacer mejor (...). Pero no tengo ninguna duda de que, con carácter general, actuamos correctamente, haciendo lo que debíamos hacer», escribe Illa.