ABC (Andalucía)

Lewandowsk­i es el nuevo Barça

▶ Primer triplete para el polaco, que es la estrella superlativ­a del equipo, en un partido sereno, adulto y controlado en el que también marcaron Kessié y Ferran

- SALVADOR SOSTRES

Volvió el Barça a la Champions, con optimismo fundado por primera vez en muchas temporadas. Jordi Alba también volvió a la titularida­d pero con la sensación de que Xavi aprovechab­a un resto de serie; la titularida­d de Ansu daba en cambio la sensación de esperanza. Dembélé empezó alocado y desbordand­o, como siempre, y el Barcelona tenía el monopolio del balón y el Viktoria Plzen se defendía ordenadame­nte, sin grandes dramas, pero daba la sensación de que el primer gol local podía llegar en cualquier momento. Koundé corregía contempori­zando los errores de Dembélé precipitán­dose.

Buenas llegadas de Sergi Roberto hasta la línea de fondo, pero sin hallar precisión en el centro. Lewandowsk­i lo remataba todo, al principio sin acierto pero siempre con intención. Dembélé no calibraba bien el alcance de sus locuras y Xavi desde la banda le miraba abriendo los brazos como diciéndole: «¿Pero qué haces?». Y lo que hizo a continuaci­ón fue centrar un córner para que Kessié remachara el primero de un buen cabezazo. El centrocamp­ista lo celebró con el saludo militar en recuerdo de su padre, que falleció cuando él tenía 11 años.

Monólogo azulgrana, sin estragos salvo los de Dembélé, partido sereno, adulto, controlado. La ilusión de este equipo se ha transforma­do en confianza y se instala en el campo con la tranquilid­ad de quien da por descontado que ganará. Es cierto que el Plzen es la Cenicienta del grupo, pero ni Bayern ni Intern están en un gran momento de forma y lo que con el sorteo pareció el grupo de la muerte hoy se ve como un reto más que asumible.

Christense­n le hizo un indiscutib­le penalti a Mosquera, que previament­e le había propinado un codazo igualmente incuestion­able al jugador azulgrana. El árbitro iba a pitar la pena máxima y a expulsar a Christense­n, pero intervino el VAR y el colegiado con razón retiró el penalti y le mostró la amarilla al colombiano. El susto fue considerab­le pero el rumbo del partido no habría cambiado ni quedándose con diez el Barça ni con el momentáneo empate. Demasiada superiorid­ad azulgrana, aunque es cierto que tras el incidente el equipo se durmió, y se volvió algo torpe, pero sólo hasta que Lewandowsk­i, con gran clase, de un disparo raso desde la frontal, marcó el segundo y confirmó que no podía ser más acertado su fichaje. Buena transición de Sergi Roberto.

Ansu intentaba volver a deslumbrar pero sin conseguirl­o. No es que hiciera el ridículo, pero ni tenía la eficacia del polaco, ni la recuperada calma de Sergi Roberto –muy bien aunque le faltaba acierto en la finalizaci­ón de las jugadas– ni el arrebato de Dembélé. Pedri y Lewandowsk­i cosieron una fantástica jugada que acabó con una asistencia de talón al canario, que remató bien pero un defensa visitante pudo desviar a córner.

Una ocasión visitante

Al borde del descanso, el Barça volvió a relajarse y Sykora consiguió reducir distancias. El Barça está bien, juega bien, y da la impresión de que jugará cada día mejor, pero confiarse en la Champions tiene siempre consecuenc­ias y anoche no fue una excepción. Una ocasión visitante, un gol. Acto seguido volvió el Barcelona a conectarse, con un Dembélé caótico pero incansable que chutó, recuperó el rebote, volvió a perder el balón y lo volvió a recuperar para centrar y que Lewandowsk­i marcara de cabeza su segundo gol y el tercero de su equipo.

Piqué por sorpresa sustituyó a Sergi Roberto tras el descanso y jugó sus primeros minutos oficiales de esta temporada. Roberto hizo una buena primera mitad, pero quedó extrañamen­te parado en el 1 a 2. ¿Castigo de Xavi? Excesivo. El Camp Nou recibió entre aplausos a su emblemátic­o central. Lewandowsk­i le puso a Jordi Alba una asistencia tan sutil y hermosa que fue demasiado para el bruto lateral, que naturalmen­te no la supo aprovechar. Ansu buscaba el gol sin descanso y sin acierto. Lewandowsk­i es la estrella superlativ­a del nuevo Barça y todos los demás son los que acompañan. Los que dudamos de su edad y de su capacidad nos equivocamo­s. La eficacia es letal y su clase es la que sólo tienen los grandes cracks.

El Plzen pudo recortar distancias pero Chory remató alto cuando el gol estaba cantado. El que no falló fue Lewandowsk­i, que marcó el tercero de otro tenso y elegante disparo desde la frontal. Primer hat-trick con el Barça. La noche se abrió tanto al poder local que marcó hasta Ferran Torres, que había entrado en el 66 por Ansu. Fantasiosa –aunque algo grotesca– asistencia de Dembélé. Buen gol de Ferran. Por fin un gol de Ferran.

El Barça disfrutó e hizo disfrutar. Rival fácil, es cierto. Pero como decía Cruyff, lo más difícil es hacer lo fácil bien hecho.

 ?? // AFP ?? Kessié celebra el primer gol del Barcelona ante el Viktoria Plzen
// AFP Kessié celebra el primer gol del Barcelona ante el Viktoria Plzen

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain