De presidente a hincha exaltado
Mientras se resuelve la crisis deportiva en el Sevilla, si se despide o no al técnico Lopetegui, se reabre la guerra de poder por el control del club. José María del Nido vuelve a la carga contra José Castro. Incluso a gritos
La guerra por el poder vuelve a salir a escena en el Sevilla. Nunca dejó de existir, pero durante unos meses se dio una aparente paz social, quizás engañosa, por el calmante de los resultados deportivos. Pero todo saltó por los aires con la goleada del Manchester City del martes. Justo cuando Ruben Dias remachaba el 0-4, los aficionados blanquirrojos, que habían estado animando hasta entonces sintiendo más la frustración y la indignación que el enfado, explotaron y se volvieron hacia el palco, cargando contra el presidente, José Castro. A la cabeza de la manifestación, José María del Nido, expresidente y principal accionista del club a título personal, que se sumó a la protesta como un hincha más al grito de «Castro, vete ya». También fue el protagonista de una discusión entre accionistas tras el partido, en la que se le pudo ver afeándole a otra de las familias de grandes propietarios del club, los Carrión, su apoyo al timonel actual. Las imágenes se hicieron virales en redes sociales. Del Nido ha vuelto.
El propio expresidente es consciente de que su imagen no fue la más adecuada en una figura de sus características, que quiere volver al club a «finalizar un proyecto inacabado» por los problemas personales que le llevaron a la prisión. Estuvo en la cárcel más de tres años (le cayeron un total de siete por «malversación de caudales públicos y un delito continuado de prevaricación»), pero ya está en libertad. Y quiere recuperar la poltrona. Sus rivales en la pelea, sus enemigos, son sus antiguos aliados. José Castro y su propio hijo, José María del Nido Carrasco, por el que se siente traicionado, a quien cedió sus acciones y que es hoy el mejor apoyo del presidente actual.
El hincha Del Nido ya intentó recuperar el poder en la junta general de accionistas del pasado año, en la que no pudo votar en contra del actual consejo por unos acuerdos suscritos hace tiempo. En concreto, el pacto de gobernabilidad de 2018, y que ha querido romper en varias ocasiones. También lleva años denunciando una ruinosa realidad económica que ocultaba la euforia por las tres clasificaciones consecutivas para la Champions League.
Del Nido admitió ayer, a través de Cope Sevilla, que se equivocó: «Ayer, dejándome llevar por mi pasión sevillista, no debí gritar en la grada como un aficionado más. Aquí estoy para lo que el Sevilla FC necesite». Pero ya ha vuelto a salir a la palestra y sabe que este momento de debilidad deportiva le beneficia para poner ganar adeptos ante su posible regreso.
Del Nido planea recuperar la presidencia del Sevilla en la próxima junta de accionistas, que debería tener lugar en noviembre o diciembre. Antes debe convencer que cambien de bando a alguno de los socios que hoy sostienen a Castro. No parece sencillo. Pero la guerra de poder en Nervión está de vuelta. Sin disimulo.