ABC (Andalucía)

El héroe rescatado del sofá

▶ Díaz, repescado a última hora por Scariolo, clave en el triunfo ante Turquía, que empareja a España con Lituania en octavos

- EMILIO V. ESCUDERO

Alberto Díaz estaba listo para ver los partidos del Eurobasket desde el sofá. Descartado por Scariolo a las primeras de cambio –llegó a la concentrac­ión del equipo fuera de forma tras una lesión–, el base fue rescatado a última hora por el técnico, descontent­o con el rendimient­o de Juan Núñez en los últimos partidos de preparació­n. Eso, unido a la baja por lesión de Llull, provocó la llamada que cambió los planes de Díaz y que ha terminado por ser decisiva para el devenir de la selección en el Europeo.

El malagueño, un especialis­ta defensivo, le dio ayer la razón al italiano siendo clave en la victoria ante Turquía. Con el encuentro agonizando y España mandando por un punto, los otomanos tenían la última posesión en sus manos. Ataque final con el que decidir el encuentro y sellar el liderato del grupo. Una jugada dibujada con mimo por Ataman que nunca llegó a ejecutarse por la sapiencia de Díaz. El base del Unicaja, acostumbra­do a ser la sombra de la estrella rival, metió la mano entre Osman y Larkin, rozando la pelota, que rebotó en el americano antes de salir por la banda. Adiós a las esperanzas de victoria y objetivo cumplido para España.

El robo –o pérdida forzada– no fue el único momento clave de Díaz en el partido. Un duelo igualadísi­mo, muy duro, en el que España sufrió mucho para ganar. Tanto, que por momentos se vio contra las cuerdas. Como en el último cuarto, cuando un parcial de 9-0 fabricado por Sengun encendió las alarmas del banquillo nacional. El pívot, compañero de Garuba en los Rockets, estaba siendo una pesadilla hasta que terminó expulsado por faltas personales. La última, forzada por Díaz, que se situó con picardía en el camino del turco a la canasta. Derribo claro que le envió a los vestuarios.

Sin el pívot en la cancha, a Turquía le costó mucho anotar y España encontró un respiro para que Willy volviera a hacer daño como en el inicio del encuentro. El pívot y Lorenzo Brown (7 asistencia­s para él) llevaron el peso ofensivo del equipo, aunque todos los jugadores –menos Rudy, que no jugó por su lesión en la rodilla– sumaron algún punto en el triunfo coral.

«Tengo que darle el crédito que merecen a mis jugadores. Están actuando al límite de sus posibilida­des y eso tiene mucho mérito. Estos jugadores están reafirmánd­ose y creciendo. Lo consiguen más o menos, pero todos lo están intentando y ese es un motivo de orgullo», reconocía Scariolo, feliz por el desempeño que habían tenido sobre la pista sus jugadores. Sabe que solo así pueden aspirar a derrotar a Lituania, siguiente piedra en el camino del Eurobasket.

Exhibición de Doncic

Tras un inicio desastroso, los de verde se clasificar­on ayer para octavos tras derrotar a Bosnia (87-70) y serán el rival de España por un lugar en cuartos. Un viejo conocido para la selección, que se ha medido sin éxito dos veces a él durante la preparació­n. Domantas Sabonis, Valanciuna­s, Kuzminskas o el azulgrana Jokubaitis forman el núcleo de un equipo compensado y muy peligroso ante el que España deberá mostrar la misma intensidad que ayer si quiere tener opciones de clasificar­se.

En el mismo grupo que Lituania, Luka Doncic hizo ayer historia con una de esas actuacione­s para el recuerdo del baloncesto europeo. El esloveno sumó 47 puntos –segunda mayor marca de todos los tiempos en un Eurobasket– en la victoria ante Francia (82-88). Triunfo que le dio la primera plaza a Eslovenia, lo que la sitúa lejos del radar de España hasta una hipotética final. Horizonte todavía muy lejano y que ni aparece en los planes de Scariolo, cuya única preocupaci­ón es el choque que le medirá con Lituania el próximo sábado a partir de las 20.45 horas.

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// FEB Alberto Díaz (dcha.) se abraza con Pradilla tras el partido

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