Los grandes yates no entran por la bocana de Puerto Banús
► La falta de ampliación del enclave impide entrar a los barcos más lujosos
Puerto Banús se ha quedado pequeño. Los nuevos barcos de gran eslora no pueden entrar ni siquiera por su bocana. Este año, ya son varios los que se han visto obligados a ser fondeados a una distancia de seguridad del dique para poder estar en Marbella. Ha sido una decena de yates o cruceros privados los que han tenido que atracar en alta mar, donde el propio puerto les ha prestado servicios de luz y conserjería, mientras sus ocupantes disfrutaban de Marbella.
La situación en estos casos no es cómoda. Los ocupantes, cada vez que van o salen del barco tienen que recorrer un centenar de metros entre el lugar de fondeo y el dique en lancha, luego coger un vehículo que los lleve a puerto o al destino que quieran. Otros han preferido volar en helicóptero desde la mansión que tenían alquilada hasta el propio yate, pero ninguno ha podido bajarse en los amarres y transitar entre las tiendas. Las dimensiones de su barco no le permiten entrar en el puerto, que necesita una renovación y ampliación para poder acogerlos.
En lo que va de año, esta solución ha sido aplicada al ‘Europa’ y al ‘Europa 2’, que es uno de los buques de cruceros privados más lujosos del mundo. También al ‘Z’, cuya propiedad se atribuye al empresario minero ucraniano Kostyantin Zhevago, propietario de Ferrexpo, compañía radicada fiscalmente en Suiza. No son los únicos. Se han quedado fuera el ‘Hanseatic Nature’ y el ‘Scenic Eclipse’, que uno de los yates de alquiler más lujosos del momento con 168 metros de eslora.
El ‘Seadream 1’ es otro de los cruceros de lujo que fondearon en Marbella, como ‘Le Bellot’ o ‘Le Bougainville’. ‘Le Dumont D´Urville’ también se tuvo que quedar fuera mientras sus ocupantes visitaban Marbella, al igual que el ‘Lady Moura, uno de los yates más lujosos del mundo, que ha estado varias semanas fondeado. El barco de 105 metros de eslora hizo parada técnica en Málaga, en la marina de ‘megayates’, para luego irse a Marbella. Es propiedad del magnate audiovisual mexicano Ricardo Salinas, que se lo compró por 125 millones de dólares al saudí Nasser Al-Rashid en 2021.
El último en hacer revisión en Málaga
y fondear en Marbella fue el ‘YAS’, que es propiedad del heredero de Dubái Hamdan Bin Mohammed bin Rashid Al Maktoum. Un barco de 141 metros de eslora y capacidad para alojar cómodamente en su interior a 60 invitados y 56 tripulantes, que tampoco pudo entrar en el puerto y se tuvo que quedarse al otro lado del dique.
Para solucionar este problema, la gestora de Puerto Banús ha pedido en varias ocasiones una ampliación del enclave que les permita una modernización y poder recibir a estos ilustres visitantes, pero el proyecto se vio enquistada por las diferentes interpretaciones de las leyes nacionales y autonómicas para las concesiones portuarias. La Junta hizo una legislación que solucionó el problema en 2020, pero entonces la pandemia lo paralizó todo.
ABC tiene constancia que la gestora ha vuelto pedir que le concedan la ampliación al acabar las restricciones por el Covid. El objetivo es mejorar los amarres y adaptar la tecnología, no sólo para poder atender las necesidades técnicas de estos buques, sino también para poder acogerlos. Por su parte, el Centro de Iniciativas Turísticas de Marbella teme que este bloqueo del proyecto haga que el puerto pierda su categoría como referencia del sector del lujo.
El presidente del CIT, Juan José González, destaca que el puerto tiene más de 50 años y que desde su fundación no se ha renovado, por lo que necesita una ampliación para no perder a estos nuevos clientes de lujo. ABC también ha consultado a la Junta sobre este proyecto de ampliación, que ha contestado que hasta el momento todo sigue igual que estaba y que no hay novedad sobre una resolución que permita acometer las obras necesarias.
Los empresarios temen que la falta de renovación del puerto haga que Marbella pierda su categoría como referencia del lujo