Promotora de Cruz Roja y la causa social
OBITUARIO Mercedes Parages Vinardell (1941-2022)
Condesa de Aybar. Formó parte del equipo que aupó a Enrique de la Mata, presidente de Cruz Roja Española, a la presidencia de Cruz Roja Internacional –Conferencia de Manila, 1981– hasta su muerte en 1987
En las estribaciones de la Sierra de Guadarrama, Camino Real al Escorial, en la heredad de Los Cerrillos, ha fallecido Mercedes Parages Vinardell, condesa de Aybar, víctima de un derrame cerebral, lo que ha sumido a quienes la conocían en una tristeza inconsolable.
Dechado de energía y vitalismo, viajera incansable, discutidora con fundamento y sin arrugarse, sin propensión a la política pasmada ni a la de pirueta y simulacro, apasionada por la música y la historia, volcó su sensibilidad artística en la pintura, dejando plasmada –con notable éxito– su maestría con motivos de flores y animales.
Para familia y amigos, Michy, española hasta la médula, tenía raíces catalanas por vía materna y francesas por vía paterna. Su tío, Pedro Parages –primer francés de la historia en jugar en el Madrid–, fue presidente y mecenas del Madrid Football Club y autor del reglamento del club, inspirado en su experiencia adquirida en Inglaterra, que detallaba hasta el más insignificante aspecto del juego, incluida la forma de los botines.
Durante su mandato, el club recibió –de manos del Rey Alfonso XIII– el título de ‘Real’ y llevó la palabra ‘fútbol’ –hasta entonces sin tilde– a la RAE, que aceptó su uso en 1922. En palabras de Santiago Bernabéu, fue Parages «la gran figura fundacional del Real Madrid». Cuando falleció (1950), era el socio número 1 del club. Su sobrina siempre exhibió orgullo y pasión merengue.
Mercedes formó parte del equipo que aupó a Enrique de la Mata, presidente de Cruz Roja Española, a la presidencia de Cruz Roja Internacional –Conferencia de Manila, 1981– hasta su muerte en 1987.
Preocupada por los demás, con generosidad ecuménica, anfitriona en los Cerrillos de incondicionales amigos –eminentes abogados y empresarios de la mesocracia capitalina– la perdiz de campo, escoltada con puré de castaña, rioja y una exégesis de la sachertorte vienesa, eran pretextos fundados para un debate sobre lo que estaba pasando, con humor y sin vehemencia.
Casada con Jaime González de Castejón Aritio, conde de Aybar –hijo del Gentilhombre de Cámara de Alfonso XIII, intendente general de los Condes de Barcelona– deja tres hijos: Jaime, Pablo y María; y un único y adorado nieto, Álvaro.
Tras haber afrontado –con entereza– enfermedades y operaciones y celebrado el 60 aniversario de boda, con una misa en los Cerrillos, su último viaje familiar, este verano a Asturias, fue ocasión de terminante felicidad.