Sánchez se desdice y excluye a los perros de caza de la ley
La ley de bienestar animal impulsada por el Ministerio de Derechos Sociales, que empezó su trámite parlamentario en el Congreso de los Diputados este verano, estaba ya pactada por PSOE y Unidas Podemos en Navidad, según ha podido saber ABC. Sin embargo, los socialistas retrasaron la segunda revisión del texto en el Consejo de Ministros hasta el pasado día 1 de agosto. Unidas Podemos acusa en este retraso una calculada intención electoralista: de diciembre a verano hubo dos elecciones autonómicas, Andalucía y Castilla y León, en las que la aprobación de una norma que afecta directamente al sector de la caza hubiera puesto en riesgo caladeros de votantes socialistas en estas regiones, ambas con amplia tradición cinegética. En Castilla y León, por ejemplo, fue muy sonada la polémica sobre las macrogranjas desatada por el ministro Alberto Garzón, a la que la cúpula del PSOE sigue atribuyendo buena culpa de su derrota electoral en esa región.
Page fuerza un cambio
Otro territorio con esas características es Castilla-La Mancha, con la particularidad de que en esa comunidad el PSOE sí gobierna y considera plausible mantener el poder en mayo, en el que ha sido uno de sus feudos.
El presidente castellanomanchego, Emiliano García Page, reclamó el pasado miércoles que se separase a la caza y al uso que en esta actividad se hace de los perros del proyecto de ley. «Las leyes no se tienen que hacer contra nada, tienen que ir a favor de arreglar los problemas y no de meterle el colmillo a lo que no les gusta», señaló Page, en una velada cargada de profundidad contra Podemos. «Alguien debe haber que le tiene manía a la caza», abundó, de manera tan críptica como sarcástica.
Apenas veinticuatro horas después, el miércoles, Pedro Sánchez se desdijo y optó por enmendar su propia ley. El Grupo Parlamentario Socialista anunció que presentará una enmienda para excluir a los perros de caza de la norma de protección animal. «La ley de Bienestar Animal sería para animales domésticos y los animales de caza tendrían una legislación propia y específica», explicó Patxi López, portavoz del Grupo Socialista en el Con
greso de los Diputados; que añadió que también excluirá a los perros utilizados por la Policía Nacional y a los que cuidan y guían el ganado.
Esta decisión sentó mal en Unidas Podemos, que acusan a los socialistas de sucumbir a «la presión de los cazadores» y de hacer «electoralismo» con el bienestar animal. Se reabre un pulso sobre qué perros están protegidos y cuáles no que PSOE y Unidas Podemos ya libraron durante meses en el Gobierno, mediante el ministerio de Ione Belarra y el de Agricultura de Luis Planas. Hasta esta semana, parecía que el ala morada se había impuesto. Entre otros puntos, la ley de bienestar animal limita el número de camadas que pueden tener las hembras, prohíbe la cría a particulares y obliga a que quien tenga más de cinco perros se registre como núcleo zoológico.
«El maltrato es maltrato independientemente de a qué se dedique el animal. ¿O es que el PSOE está a favor de colgar a un perro de un árbol, descerrajarle un escopetazo y arrastrarlo por el suelo desangrándose o enterrar cachorros en cal viva porque sean perros de caza?», espetó el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, rescatando la alusión al caso GAL que llegó a provocar el momento de mayor tensión entre Pablo Iglesias y Sánchez, cuando ambos estaban en 2016 en la oposición.