ABC (Andalucía)

A PESAR DEL TRAUMA DEL BREXIT, «NADIE ES UNA ISLA EN SÍ MISMO»

Las opiniones políticas están excluidas en una familia reinante y aunque se le atribuye una simpatía hacia Europa, jamás se le escuchó una opinión sobre el hecho que más ha marcado la vida de los británicos en los últimos años

- Por ENRIQUE SERBETO BRUSELAS

Las intervenci­ones políticas de cualquier miembro de la Familia Real británica son tan sutiles como poco frecuentes. Mucho menos cuando se trataba de un asunto tan espinoso y divisivo como fue el debate sobre la salida del país de la Unión Europea. Nadie ha escuchado jamás un pronunciam­iento público del nuevo monarca en una cuestión tan relevante para su país y sobre la que los ciudadanos ya se han pronunciad­o en referéndum. Sin embargo, se puede deducir claramente que a Carlos III le importa mucho la proyección exterior de su país tanto como las relaciones con su principal vecina, Ir landa, que son dos temas igualmente vitales para la UE.

Isabel II fue tan escrupulos­amente discreta en este asunto que los comentaris­tas solamente fueron abuscar entonces un indicio sobre su opinión personal en los colores de la bandera europea –azul y amarillo– que vistió en una ceremonia de la apertura del Parlamento y que algunos interpreta­ron como un guiño a la UE. También se cree que el ahora Príncipe heredero, Guillermo, era el más ferviente partidario de que el país hubiera seguido siendo miembro de la familia europea, pero en público nadie le ha escuchado decirlo. Basta que haya bautizado a su primer hijo como Luis, que es un nombre utilizado por muchos reyes de Francia, para que cierta prensa sostuviese que Guillermo guarda para sí sus simpatías europeísta­s.

¿Qué piensa el ahora Rey Carlos III de Europa y de las relaciones de su país con sus antiguos aliados? Durante los años de aquella discusión que separó profundame­nte a los británicos, siendo Príncipe heredero tampoco osó hacer un pronunciam­iento público en ningún sentido porque eso habría supuesto que medio país se hubiera sentido ofendido aunque la otra mitad habría estado de acuerdo con él. La prensa británica ha intentado escrutar cualquiera de sus gestos en busca de algún indicio y en 2019 tuvieron que esperar a un viaje oficial al minúsculo estado caribeño de Santa Lucía para escucharle decir que «la Commonweal­th ha sido una piedra angular de mi vida desde que tengo memoria y, a través de todo el desafío global sin precedente­s de las últimas siete décadas, me parece que la Commonweal­th sigue siendo tan vital hoy como siempre». Una mención que algunos interpreta­ron como una referencia a la necesidad de que el Reino Unido no debe estar solo y lo convirtier­on en una alusión a que supuestame­nte se oponía a la salida de la UE.

Carlos III ha sido testigo de la desaparici­ón del Imperio británico y aunque ha realizado múltiples visitas a los países que lo compusiero­n en el pasado, es consciente de que durante la segunda mitad del siglo XX, el mundo ha cambiado radicalmen­te y su país también. Se lo pudo explicar perfectame­nte su tío abuelo Luis Moumbatten que fue una de las personas que más influyeron en su educación y que había sido el último Virrey de la India, cuya independen­cia significó el final de la Gran Bretaña imperial.

El ‘soft power’ de Carlos

Robert Jobson, periodista especializ­ado en la vida de Carlos de Inglaterra y autor de varios libros sobre sus vicisitude­s y las de su familia, es de los pocos que se atrevió a intentar intuir en primera persona la opinión del actual Rey en un asunto tan espinoso. En su opinión, desde hace cierto tiempo, se había dedicado a ejercer una influencia discreta en el ‘Foreign Office’ como lo que en inglés se define como ‘soft power’, basada so

bre todo en su red de amistades y conocidos en todo el mundo. De acuerdo con la versión de Jobson, el entonces Príncipe heredero era «consciente de que no hay mucho que podamos hacer, pero tenemos que comerciar con otras naciones y esto es lo que él está haciendo en estos momentos», utilizando sus influencia­s para preservar los intereses económicos británicos en escenarios alternativ­os al europeo. Según esta interpreta­ción, parece ser que si el Príncipe de Gales hubiera sido Rey durante el mandato de Tony Blair, –segurament­e, el más europeísta de los gobernante­s británicos en las últimas décadas– habrían tenido algunas «conversaci­ones muy interesant­es» sobre sus posiciones en política exterior, principalm­ente su decisión de participar en la segunda invasión de Irak que, de todos modos, fue una cuestión que también dividió profundame­nte a los europeos. «No creo que si ya hubiera estado en el Trono hubiera sancionado fácilmente el envío de nuestros muchachos a la guerra en Irak», opinaba este comentaris­ta que ha trabajado durante meses al lado de Carlos de Inglaterra y es considerad­o como uno de los mayores expertos en asuntos de la Realeza británica.

La cuestión norirlande­sa

Cuando el Reino Unido y la UE empezaban a discutir el intrincado proceso de separación después de más de cuatro décadas de asociación, Carlos pronunció un discurso en la Embajada de Irlanda en Londres en el que otra vez se quisieron encontrar sutiles referencia­s al Brexit en el elogio expreso del vínculo entre los dos países. «Por encima de todo –dijo entonces– somos amigos, somos socios y somos los vecinos más cercanos, unidos por todo lo que tenemos en común y por lo profundame­nte que nos hemos entrelazad­o». La referencia era, en todo caso, muy apropiada teniendo en cuenta que Irlanda es el único país con el que el Reino Unido tiene frontera terrestre (si se excluye la de Gibraltar) y representa además uno de los puntos más dolorosos de su Historia reciente. Irlanda permanece dentro de la UE y el Brexit ha hecho resurgir el problema de la convivenci­a entre católicos y anglicanos en el Ulster cuando este problema se había disuelto suavemente dentro del entramado político comunitari­o. Pensando en el futuro, es muy probable que en Bruselas piensen que es mejor que el nuevo Rey sea más sensible a las cuestiones que rodean las relaciones entre la República de Irlanda y la provincia británica del Ulster, pero también son consciente­s de que el peso de las decisiones recaerá en última instancia en manos de la nueva primera ministra, Liz Truss. Los analistas comunitari­os pueden confiar en este caso en que la sustituta de Boris Johnson puede tener unas relaciones diferentes con el nuevo monarca que casi le dobla en edad pero que vislumbra cierto horizonte a su reinado.

Sospechas europeísta­s

En ese caso, para muchos en Bruselas, lo más interesant­e sería recordar el discurso oficial que el todavía heredero pronunció en el Bundestag cuando el país ya había dejado formalment­e de ser miembro del club comunitari­o: «El Reino Unido ha elegido un futuro fuera de la UE, y la relación entre nuestros países está evoluciona­ndo una vez más. La forma con la que lo hace es un asunto negociado entre nuestros gobiernos y su esencia está definida por las conexiones duraderas entre nuestra gente. Por lo tanto, creo sinceramen­te que el vínculo fundamenta­l entre nosotros seguirá siendo fuerte: siempre seremos amigos, socios y aliados. Mientras nuestros países comienzan este nuevo capítulo en nuestra larga historia, reafirmemo­s nuestro vínculo para los años venideros». En ese discurso hizo una referencia literaria que es posible atribuirle a él personalme­nte. «El poeta inglés John Donne escribió que ningún hombre es una isla completa en sí mismo. Cada hombre es una parte del continente, una parte del contenido. Uno podría igualmente afirmar que ningún país es realmente una isla tampoco, excepto en el sentido totalmente literal. Nuestras historias nos unen estrechame­nte y nuestros destinos, aunque cada uno es nuestro, son considerab­lemente interdepen­dientes».

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 ?? ?? BERLÍN Y LONDRES, MÁS QUE ALIADOS
Los actuales Reyes de Inglaterra, Carlos y Camila, posan junto a la excancille­r alemana Angela Merkel en la capital de Reino Unido
BERLÍN Y LONDRES, MÁS QUE ALIADOS Los actuales Reyes de Inglaterra, Carlos y Camila, posan junto a la excancille­r alemana Angela Merkel en la capital de Reino Unido
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 ?? ?? CONVERSACI­ONES CON LA IGLESIA CATÓLICA Carlos habla con el Papa Francisco en la misa de canonizaci­ón en la plaza de San Pedro, en la Ciudad del Vaticano, en octubre de 2019
CONVERSACI­ONES CON LA IGLESIA CATÓLICA Carlos habla con el Papa Francisco en la misa de canonizaci­ón en la plaza de San Pedro, en la Ciudad del Vaticano, en octubre de 2019
 ?? ?? RELACIONES BILATERALE­S
El hijo de la recién fallecida Isabel II recibe al entonces presidente francés Nicolas Sarkozy y su mujer, Carla Bruni, en Clarence House, en 2010
RELACIONES BILATERALE­S El hijo de la recién fallecida Isabel II recibe al entonces presidente francés Nicolas Sarkozy y su mujer, Carla Bruni, en Clarence House, en 2010
 ?? ?? INFLUENCIA DE LA GRAN BRETAÑA IMPERIAL
El Príncipe Carlos observa el puente Vasco de Gama de Lisboa, el más largo de Europa por entonces, el 27 de junio de 1998
INFLUENCIA DE LA GRAN BRETAÑA IMPERIAL El Príncipe Carlos observa el puente Vasco de Gama de Lisboa, el más largo de Europa por entonces, el 27 de junio de 1998
 ?? ?? BUENA RELACIÓN CON TODAS LAS CASAS REALES
El entonces Príncipe de Gales y el Príncipe Alberto de Mónaco, durante la boda del Príncipe Felipe de Bélgica en diciembre de 1999
BUENA RELACIÓN CON TODAS LAS CASAS REALES El entonces Príncipe de Gales y el Príncipe Alberto de Mónaco, durante la boda del Príncipe Felipe de Bélgica en diciembre de 1999

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