Una media de 600 hurtos semanales en el centro de la ciudad
► El refuerzo policial en zonas turísticas aplaca el repunte de los delitos
La recuperación de la actividad, especialmente el turismo, a niveles prepandemia, conllevó un repunte de los índices delincuenciales en Barcelona durante el primer semestre del año, en comparación con el mismo periodo de 2021. Una media de 200 hurtos al día y 33 robos con violencia, lo que supone un incremento del 30 y el 40 por ciento, respectivamente. A falta del balance oficial de la temporada estival, fuentes de los Mossos d’Esquadra constatan un aumento de ambas tipologías delictivas, aunque el refuerzo policial en zonas de la ciudad con mayor afluencia de visitantes, como los distritos de Ciutat Vella y Eixample, ha mejorado mucho la situación, aseguran, y la previsión es que las cifras se alejen de las registradas en 2019, un verano negro en Barcelona, con nueve muertes violentas entre julio y agosto, mientras que en los últimos cuatro meses se han registrado dos.
Una situación que se aleja del alarmismo y de la burbuja mediática que fuentes municipales creen que se está instalando alrededor de la delincuencia en Barcelona. Una burbuja alimentada por vídeos virales y por la relevancia de algunas de sus víctimas, como Robert Lewandowski, a quien robaron el reloj, o Sebastian Vettel, al que le sustrajeron la mochila.
Según ha podido saber este diario, solo en el distrito de Ciutat Vella se registraron, a finales de julio, una media de entre 550 y 600 hurtos semanales y entre 80 y 90 robos con violencia. Esta última es la principal preocupación: la violencia con la que se están ejerciendo los asaltos. «Llevo 37 años en la Urbana y hay que remontarse a la década de los 80 para que alguien dé un navajazo para llevarse un bolso», cuenta a ABC Jordi Rodríguez.
Desde el PSC-Units, que ostenta la Concejalía de Seguridad del ayuntamiento, apuntan que la modificación del Código Penal frente a los reincidentes –penas de entre seis y 18 meses de cárcel por la comisión de hurtos cuando se acumulen tres condenas previas– será efectiva para rebajar los índices de criminalidad y con ello la sensación de inseguridad. Avanzan, además, que el refuerzo de las plantillas ha sido efectivo para frenar la delincuencia en la ciudad durante los últimos meses. A final de mandato, Barcelona sumará 1.000 nuevos policías locales más, lo que significará alcanzar la cifra más alta de su historia.