Charles Leclerc lidera una caótica parrilla en Monza
Con casi la mitad de los pilotos sancionados por haber hecho cambios en sus monoplazas, la clasificación del Gran Premio de Italia de Fórmula 1 precisó más que ninguna otra de las estrategias y los cálculos de los equipos. En los garajes las cabezas echaron humo intentando decidir cómo afrontar la jornada del sábado. Unos para intentar aprovechar los huecos que dejarían en la parrilla los nueve sancionados, y otros para tratar de minimizar los daños.
En este caos y antes de que condujese a la pista su Ferrari, salpicado para la cita con los ‘tifosi’ de un llamativo amarillo Módena, Charles Leclerc partía como el posible gran beneficiado por los castigos a su compañero Carlos Sainz y al líder del Mundial Max Verstappen. Con varios rivales directos fuera de combate también Fernando Alonso apuntaba a un puesto en primera o segunda línea, pero el asturiano no tuvo un buen día en ninguna de las tres tandas. Al límite en la Q1 y la Q2, ni siquiera marcó tiempo en la Q3 al superar los límites del circuito. Saldrá finalmente sexto por delante de Verstappen, relegado a la séptima plaza. Será el Mercedes de Russell, que sí aprovechó la oportunidad, el que salga en las posiciones punteras con Leclerc. El monegasco ni siquiera necesitó de las sanciones para firmar la ‘pole’ con cierta autoridad.
Sainz, que confirmó el buen rendimiento de la ‘scuderia’, fue tercero tras el neerlandés de Red Bull, aunque saldrá desde el fondo de la parrilla. «Duele salir tan atrás tras ver lo competitivo que es el coche, pero pelearé para estar con Charles», avisó.