El Año Picasso revisará su compleja relación con las mujeres
▶ Inaugurados los actos conmemorativos del 50 aniversario de la muerte del genio universal: 42 exposiciones en siete países de Europa y Estados Unidos
Mougins, 8 de abril de 1973. Muere Pablo Picasso. Sus restos mortales, velados por «La dama oferente’, se hallan en el castillo de Vauvenargues, en la Provenza francesa, a los pies de la cezanniana montaña Sainte-Victoire. Aunque aún faltan cuatro meses para que arranque el 50 aniversario de la muerte de Picasso, ayer se dio el pistoletazo de salida de la efeméride con la presentación del programa de actividades con el que siete países de Europa (España, Francia, Alemania, Bélgica, Suiza, Rumanía y el Principado de Mónaco) y Estados Unidos recordarán al genial artista con más de 42 exposiciones y dos congresos, bajo el título ‘Celebración Picasso 1973-2023’. Con el fin de coordinarse, las autoridades francesas y españolas, en respuesta al compromiso acordado en la XXVI Cumbre Franco-Española de Montauban (15 de marzo de 2021), se creó una comisión bilateral, que ha puesto en marcha un ambicioso calendario de actos. Destaca la generosidad del Museo Picasso de París, que cederá en torno a 600 obras para distintas exposiciones. En cuanto a España, contará con un presupuesto de 6 millones de euros: 3 millones serán aportados por el Estado y otros 3 por Telefónica.
Agenda muy picassiana la de ayer en Madrid. A las 9 de la mañana, los ministros de Cultura de ambos países, Miquel Iceta y Rima Abdul Malak, abrían los actos en una rueda de prensa ante el ‘Guernica’ en el Museo Reina Sofía. A las 12.30, Estrella de Diego pronunciaba en el Museo del Prado la conferencia inaugural del Año Picasso y a las siete de la tarde, de nuevo en el Reina Sofía, los Reyes y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presidieron el acto de inauguración de las actividades conmemorativas. Les acompañaban el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares; el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y el propio Iceta.
Crueldad, violencia, pasión
Buena parte de la rueda de prensa con los ministros de Cultura de Francia y España estuvo centrada en si el Año Picasso abordará o no la compleja y complicada relación del artista con las mujeres. En tiempos del #MeToo, Picasso ha sido acusado por ciertos sectores de machista, misógino y abusador. Según Iceta, que tuvo un recuerdo para Javier Marías («las Letras españolas han perdido a un gigante»), «si hay un artista que define el siglo XX, que lo representa con toda su crueldad, su violencia, su pasión, sus excesos y sus contradicciones, este artista es, sin duda, Pablo Picasso». Explica que se abordará Picasso tal como fue, sin esconder facetas de su vida que hoy pueden ser contestadas. Un artista, dice, que «sigue vivo 50 años después de su muerte».
En esta línea, la ministra gala, que tiraba para casa («fue en Francia donde Pablo se convirtió en Picasso»), ahondó aún más: «Seamos sinceros, hoy en día hay muchos debates sobre la recepción de la obra de Picasso, y en particular sobre su relación con las mujeres. Para conducir a las jóvenes generaciones hacia su arte, debemos proporcionar claves de comprensión y abrir espacios de intercambio para abarcar el conjunto de la obra de Picasso. Para mostrar todas las facetas, todas las formas posibles de leerlo». Recuerda Rima Abdul Malak que ya el Museo Picasso de París se ha embarcado en esta reflexión política e historiográfica con exposiciones como ‘Orlan. Les femmes qui pleurent sont en colère’ y que el Museo de Brooklyn de Nueva York revisará la obra de Picasso a través de un prisma feminista, que contará con la colaboración de la comediante y humorista australiana Hannah Gadsby.
Apuesta la ministra francesa de Cultura por no tapar este asunto («creo en el debate y la confrontación de distintos puntos de vista»), pero piensa que no se debe resumir su inmensa y compleja obra en su relación con las mujeres: «Hay otros muchos aspectos en su trabajo: la política, el compromiso, la lucha contra el franquismo... Es preciso abordar todos los ámbitos de su obra. No hay una única lectura. Yo soy feminista, pero pienso que no hay que limitar la obra de Picasso a este asunto». «La abundante, inventiva y a menudo radical obra de Picasso sigue ejerciendo una fascinación en todo el mundo. Por su fuerza artística, por supuesto.
Pero también por su fuerza política. Nunca deja de ser releído, revisado y reinterpretado. En un momento en el que la guerra hace estragos a las puertas de Europa, cuando estamos al lado del pueblo ucraniano –continúa Rima Abdul Malak– apoyándolo en su lucha por la soberanía y la libertad, el poder del ‘Guernica’ adquiere una dimensión especial. Nos conecta con Mariúpol, Bucha...».
Un debate abierto
Bernard Ruiz-Picasso, nieto del artista y coordinador del Año Picasso en Francia, apuesta por un debate serio sobre la relación del artista con las mujeres: «No me obsesiona este asunto. El debate está abierto y es importante. Si hay calidad de información para iniciar un debate serio, perfecto, pero veo que procede de cosas que no sé de dónde vienen». Cree Bernard Ruiz-Picasso que las mujeres que vivieron con Picasso no fueron captadas para hacerlo: conocían el ‘riesgo’ que suponía vivir con él. En 2019, en unas declaraciones a varios medios, entre ellos ABC, decía: «El problema es de la mujer. Picasso no era el responsable, no escondía nada. Fue un gran feminista». Palabras que suscribía hace unos meses Paloma Picasso, hija del artista, en una muestra en Basilea.
Carlos Alberdi, que sustituyó al añorado José Guirao como comisionado para la conmemoración del 50 aniversario de la muerte de Picasso en España (el exministro pudo diseñar el programa), apunta que «la mujer es la conversación por antonomasia en el siglo XXI. Va a salir y hay que dejarla fluir. Es un asunto que está ahí y hay que desarrollarlo. No hay que tener miedo a los estudios y las investigaciones». Recomienda Alberdi la relectura del libro que escribió Françoise Gilot (‘Vida con Picasso’), en el que no sale precisamente bien parado el artista. Además de las exposiciones, se celebrarán dos congresos académicos. Uno, este otoño en el Museo Reina Sofía. Otro, en la sede de la Unesco en París, coincidiendo con la inauguración del nuevo Centro de Estudios y Archivos Picasso del museo dedicado al artista en la capital francesa.