Un verano con los hoteles al 78%, pero con los costes disparados
La inflación dispara a las empresas los gastos de energía en un 250% con respecto a 2019
Los hoteles andaluces han tenido este verano una media de ocupación cercana al 78%, pero los costes de las empresas no hacen brillar las cuentas de resultados. Andalucía tuvo una ocupación del 80,82% en junio, para bajar al 74,91% en julio, subir al 81,70% en agosto y tener una previsión para el cierre de septiembre del 73,45%.
La Federación Andaluza de Hoteles y Apartamentos Turísticos (Fahat) señala que son datos estadísticos en términos absolutos similares a 2019, el último año en el que el turismo vivió sin que la pandemia lo condicionara todo. En algunos destinos y momentos de la temporada, se ha estado por encima de dichos datos.
Los números son buenos, pero no hay que lanzar las campanas al vuelo. Durante el mes de julio, se constató una caída de las previsiones iniciales en los destinos de interior y en las ciudades, casi todos ellos estuvieron por debajo del 50%. Esta caída estuvo directamente relacionada con las altas temperaturas que se mantuvieron durante ese mes.
A eso se añade que los turistas prefirieron destinos más vacacionales, sobre todo en la costa. Fahat remarca que hubo una buena evolución de los datos del segmento vacacional, pero que los costes de producción han mantenido su escalada.
La patronal pone como ejemplo la subida por encima del 44 % para los alimentos y bebidas con respecto a lo que se pagaba en 2019. Del mismo modo, reseñan que los costes energéticos casi alcanzan ya un 250% de incremento con respecto a lo pagado antes de la pandemia.
Última hora creciente
En la temporada alta se ha confirmado la tendencia al mantenimiento del fenómeno de la última hora. Las reservas que se hacen en el último día antes de llegar al hotel, para evitar cancelaciones. Una dinámica que comenzó a hacerse común con la pandemia y los cambios de restricciones y que se ha consolidado este año.
En base a estos parámetros, la federación de hoteleros asegura que, en términos generales, por parte de la demanda ha habido un «magnífico comportamiento», superando las previsiones iniciales. Aunque la patronal asegura que las ciudades de interior acusan una caída importante en ocupación y rendimiento, por lo que «se hace necesario seguir promocionando estos destinos».
En suma, los hoteleros reseñan un «alto grado de preocupación» por el cierre económico del ejercicio. Este verano los establecimientos ya tuvieron que repercutir una subida de en torno al 9% en los precios de sus habitaciones. Ese incremento no limitó el flujo de visitantes, puesto que la ocupación se mantuvo. Lo que sí se detectó durante el verano fue una contención del gasto medio de los turistas en los establecimientos. En el mes de agosto, la propia federación ya avisó que los huéspedes estaban gastando un 25% menos durante sus vacaciones en el consumo interno de los hoteles andaluces.