ABC (Andalucía)

EE.UU. mira la reforma del aborto de Rajoy para su legislació­n federal

▶ Un senador republican­o cita el caso español como ejemplo a seguir si su partido recupera el Capitolio ▶ Los demócratas creen que normas de plazos de 14 semanas como la actual en España son «radicales»

- DAVID ALANDETE CORRESPONS­AL EN WASHINGTON

Los demócratas se oponen a una ley de plazos, la ven muy «radical» y creen que es «antiameric­ana» porque «viola la libertad personal»

Cuando el senador de Estados Unidos Lindsey Graham decidió este verano proponer en el Capitolio una ley sobre el aborto que pudiera unir a demócratas y republican­os, su equipo analizó los ejemplos de normativas en todo el mundo y decidió tomar como modelo, entre otras en Europa, a la ley española que estaba vigente hasta la última modificaci­ón impulsada por Podemos y que permite interrumpi­r el embarazo durante las primeras 14 semanas de gestación. Al presentar finalmente su proyecto en el Capitolio, Graham citó expresamen­te el caso de España como uno de los países que se había marcado como ejemplo para dotar finalmente a EE.UU. de una ley a nivel federal tras la sentencia del Supremo de junio, que falló que no existe en este país el derecho constituci­onal a interrumpi­r el embarazo.

«Creo que deberíamos tener una ley a nivel federal que establezca que, después de 15 semanas, no se puede abortar voluntaria­mente, excepto en casos de violación, incesto o para salvar la vida de la madre. Ahí debería estar EE.UU.», dijo el senador republican­o, de Carolina del Sur, en una conferenci­a que convocó el 13 de septiembre. «Nuestra propuesta de ley pondrá la política del aborto en EE.UU. en línea con la de naciones desarrolla­das como Francia, Alemania, Bélgica, Dinamarca, España y otras naciones europeas», añadió. Después, miembros de su gabinete confirmaro­n que analizaron con detenimien­to el caso de España, con la actual ley de plazos aprobada en 2010 y modificada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy en 2015, y consideran que en esos tiempos y supuestos, los llamados grupos provida de EE.UU. sí podrían apoyarla.

De momento, esa ley no puede prosperar porque los demócratas controlan las dos cámaras del Capitolio, y se oponen a esos plazos. Es más, destacados legislador­es de ese partido califican la idea de prohibir el aborto tras 14 o 15 semanas de «radical». A las puertas del Capitolio el 15 de septiembre, el diputado demócrata de Ohio Tim Ryan, que se presenta en las elecciones del 8 de noviembre a las elecciones al Senado, dijo al ser preguntado por esa propuesta de ley: «Creo que la idea de que el Gobierno se meta a la consulta del médico diciéndole a una mujer qué decisión tiene que tomar es muy radical. Creo que es antiameric­ana, porque viola la libertad personal».

Un paradójico referente

Esos mismos demócratas se burlaron del hecho de que países europeos como España se hayan convertido ahora en un referente para los republican­os, que se niegan a importar un sistema de salud público y centraliza­do a EE.UU. «¿Ahora, en este asunto, es cuando los republican­os quieren alinearse con Europa?», ironizó el diputado Eric Swalwell, de California. «No quieren dar a la gente asistencia sanitaria como hacen los países europeos, pero quieren tener una imitación de lo que hacen ellos en cuanto a derechos de las mujeres. Es un sinsentido. No es lo que quieren los votantes», añadió durante una breve conversaci­ón con un grupo de periodista­s en el Capitolio.

Aun así, y pese a las resistenci­as iniciales, el equipo del senador Graham está convencido de que el proyecto de ley será votado si los republican­os se hacen con el control del Capitolio en las inminentes elecciones parciales. «Si recuperamo­s la Cámara y el Senado, puedo asegurar que tendremos una votación sobre nuestro proyecto de ley. Y si los demócratas siguen al frente, no sé si alguna vez tendremos una votación sobre nuestro proyecto de ley», añadió. Su partido, sin embargo, está dividido, ya que muchos legislador­es apoyan una prohibició­n total. El líder republican­o en el Senado, Mitch McConnell, dijo que su preferenci­a es que de momento sean los estados los que legislen al respecto.

En EE.UU. el aborto fue legal a nivel federal entre 1973 y junio de este año hasta lo que una sentencia estableció como «viabilidad del feto». Eso se vino a interpreta­r gracias a estudios médicos y sentencias posteriore­s en entre 23 y 24 semanas. Desde entonces, se han practicado más de 60 millones de abortos legales en EE.UU. El Supremo rechazó año tras año pronunciar­se sobre la constituci­onalidad del aborto, hasta que se formó en él una mayoría conservado­ra gracias a los tres magistrado­s nombrados por Donald Trump. El Supremo no ilegalizó en junio el aborto, sino que falló que no está contemplad­o en la Constituci­ón y, por tanto, no ha sido regulado a nivel federal, por lo que depende de los 50 estados de la unión.

Hoy día, 21 estados y el distrito federal de la capital permiten el aborto en los mismos términos que en las pasadas cinco décadas, hasta lo que se considera viabilidad, más de cinco meses de gestación. El resto, o lo ha restringid­o o lo restringir­á más. Texas y Misisipí han aplicado una prohibició­n total. Otros, como Georgia u Ohio, lo han de

jado en seis semanas. Y en Florida, el parlamento regional aprobó una restricció­n de quince semanas.

El equipo del senador Graham, preguntado por los puntos esenciales de la ley, respondió en un correo que «prohíbe a los médicos realizar abortos después de las 15 semanas de gestación, cuando un niño nonato puede sentir dolor, excepto en casos de violación, incesto o riesgo para la vida y la salud física de la madre y pone a EE.UU.: en línea con otras sociedades modernas ya que 47 de 50 naciones europeas limitan el aborto antes de las 15 semanas». El texto de la ley sí dejaría en vigor restriccio­nes estatales mayores. Es decir, si un estado prohíbe totalmente la interrupci­ón del embarazo, ese veto predomina sobre los plazos federales.

No se permitirá a menores

El pasado junio visitó Washington la ministra de Igualdad, Irene Montero, y mantuvo reuniones bilaterale­s según dijo para «reforzar alianzas feministas», y tratar temas como el del aborto. Montero no mantuvo encuentros con republican­os, y criticó la sentencia del Supremo de EE.UU. sobre el aborto porque «implicará un retroceso en el acceso al aborto para millones de mujeres en EE.UU., sino el acceso a los derechos sexuales y reproducti­vos, como puede ser la anticoncep­ción». Podemos es el artífice de la nueva ley que permitirá a las menores de 16 y 17 años abortar sin permiso paterno, que no entra en la ley de Graham. En EE.UU. sólo dos estados, de 50, Maine y Connecticu­t, además de la capital federal, permiten a menores abortar sin consentimi­ento paterno.

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// REUTERS Proabortis­tas frente a la Corte de Indianápol­is
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