El Govern prioriza el estudio de la identidad catalana en Bachillerato
▶ La Consejería de Educación fija el catalán como única lengua vehicular
La Generalitat de Cataluña aprobó ayer el nuevo decreto de ordenación de las enseñanzas de Bachillerato, de acuerdo con la Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación –más conocida como ‘ley Celaá’–, que reordena la estructura curricular en la educación no obligatoria en la comunidad, incluye la priorización de la enseñanza de la identidad catalana y fija, como en Primaria y la ESO, el catalán como única lengua vehicular.
El texto definitivo se publicará hoy en el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña (DOGC) y los institutos tendrán tres años para adecuarse al nuevo marco normativo. El borrador, que no varía en lo sustancial del texto aprobado por el Govern, permitirá a las editoriales de los libros de texto seguir tergiversando la historia, tal y como han denunciado en varias ocasiones Vox, Cs y PP.
Esta polémica puerta seguirá abierta en tanto que los anexos al decreto del Govern, sobre todo los que hacen referencia a las asignaturas, establecen la priorización de la identidad, la lengua y la literatura catalanas por encima de la española. En la asignatura de Historia, por ejemplo, se obligará a los estudiantes a analizar «la existencia de identidades nacionales, con fundamentación cultural, lingüística y política en el Estado español», que debe ser abordado «con una aproximación rigurosa en cuanto a su contextualización histórica», respetando «los diferentes sentimientos de pertenencia» y valorando «positivamente el papel de la lengua y la cultura catalana como medio de cohesión social y como patrimonio cultural de todo el mundo que es necesario preservar y potenciar».
En esta línea, también en la asignatura de Historia, que mantiene su carácter obligatorio, los alumnos tendrán que estudiar, analizar, responder e interpretar el «proceso de recuperación de la identidad nacional y de los orígenes y evolución del catalanismo político» en el marco temporal de la Mancomunidad de Cataluña, embrión de la actual Generalitat y que durante unos años (entre 1914 y 1925) unificó la cuatro provincias catalanas con algunas competencias.
Los estudiantes también tendrán que hacer frente al concepto político de «plurinacionalidad», que no está recogido en la Constitución, a la hora de describir el «modelo de organización territorial del Estado español», que debe respetar «el reconocimiento del concepto plurinacional del Estado y de la necesidad de preservación de las identidades, las lenguas y las culturas propias como fuente de riqueza compartida».
Griego y Latín
La insistencia nacionalista de la Generalitat en el desarrollo del currículo de Bachillerato también se ve reflejado en el estudio de las lenguas y culturas griegas y latinas. En estas asignaturas, antes denominadas Griego y Latín, se priorizará las referencias a la literatura catalana: «El estudio de la lengua griega se ha de complementar con la interpretación, con sentido crítico, de textos griegos de diferentes géneros y épocas, para valorar la aportación a la literatura europea en general y catalana en particular (...)»; y se argumentará y justificará «la influencia y pervivencia de la literatura latina en la producción cultural europea en general y catalana en particular», respectivamente.
En el mismo decreto del Govern, además, se establece que el catalán será la única lengua vehicular de esta etapa no obligatoria. La nueva norma fija el régimen lingüístico del Bachillerato en función del artículo 11 de la Ley de Educación (LEC, 2009), que establece el catalán como lengua vehicular, y no así también el español, algo que la Justicia, desde 1994 y hasta la fecha, ha dictado que es inconstitucional. La Generalitat se agarra a que este artículo 11 de la LEC no ha sido declarado, específicamente, inconstitucional.
Los alumnos estudiarán «el reconocimiento del concepto plurinacional del Estado» y la preservación de «las culturas propias»