Una selección con suplentes asiduos
▶ La falta de minutos con sus clubes de varios internacionales, un problema añadido para Luis Enrique
Acaba el entrenamiento en Las Rozas, y mientras los jugadores de la selección española cumplen con sus respectivos compromisos con los medios de comunicación, en la lejanía llama la atención un pequeño grupo que pasea mientras charla de forma animada por uno de los campos anexos. Ahí está Luis Enrique, vestido solo con un pantalón corto remangado. Descalzo y exhibiendo su cuidadísimo físico de triatleta. Junto a él, igualmente sin camiseta, están Rafel Pol, su segundo y preparador físico, y Aitor Unzué, otro de sus asistentes. Más recatado en la vestimenta camina Joaquín Valdés, el psicólogo de confianza del técnico asturiano. Los cuatro aprovechan la última hora de la soleada mañana para lo que parece una reunión técnica mientras se cargan de vitamina C. Gesticula Luis Enrique mientras el grupo da vuelta tras vuelta al terreno de juego. El seleccionador afronta la última convocatoria antes del Mundial y los temas a tratar se acumulan.
Entre los muchos frentes abiertos hay uno cuya evolución va a ser mirada con lupa según se acerque la cita de Catar. Tiene que ver con los pocos minutos que acumulan en sus clubes algunos de los internacionales a los que más fe tiene Luis Enrique, una situación que no deja de comprometer su presencia en la lista final. Entre los que han acudido a esta última lista hay bastantes con ese dilema. Desde el caso más extremo de Marco Asensio, que solo ha disputado 47 minutos con el Real Madrid, pasando por las habituales suplencias de Jordi Alba y Ferran Torres en el Barça, hasta el complicado inicio de temporada de Carlos Soler y Pablo Sarabia en el PSG o de Azpilicueta en el Chelsea. «Prefería que jugasen mucho en sus clubes, pero no hay un fórmula perfecta», explicaba el pasado viernes el técnico asturiano, que asegura que estudiará cada caso de manera individual. «Si me tengo que quedar entre lo que hacen en sus clubes y lo que hacen conmigo, tengo claro qué elegir».
«Se trata del primer Mundial en medio de una temporada y el acierto podría estar en escoger a aquellos jugadores que estén en mejor estado de rendimiento», cuenta a ABC Luis Casais, preparador físico de la selección rusa y doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, para quien el hecho de que haya futbolistas sin la carga adecuada de minutos competitivos es un problema importante. «La preparación será exprés y no habrá tiempo material para mejorar. El volumen de partidos y minutos para esas fechas rondará los 18 o 20 partidos, 1500-2000 minutos, que es un nivel adecuado para seguir rindiendo a optimo nivel. El problema podría estar en jugadores que hayan tenido poca participación». Es decir, tener jugadores más frescos podría ser un aspecto negativo. «Ahora el jugador debe estar preparado para disputar partidos cada tres o cuatro días. Es lo que denominamos densidad competitiva, que es precisamente la dinámica que exige la fase final de un Mundial. Jugadores que participan pocos minutos por partido tendrían un cierto desfase de adaptación». Según Casais, el entrenamiento, por si solo, no puede suplir esta ausencia de minutos de competición. Igual que en el ciclismo hay que encontrar el golpe de pedal o en el baloncesto calentar la mano, el fútbol requiere de partidos para conseguir un punto óptimo. «Las adaptaciones físicas, el toque de balón, las sensaciones, el lugar en el campo, la confianza... Todo eso se obtiene con cierta cantidad de repetición, de una exposición mínima».
Según Casais, Luis Enrique acierta en valorar cada caso de forma individual, pues las generalidades tampoco funcionan en el fútbol. No todos los futbolistas alcanzan su mejor estado de forma de la misma manera. «El jugador, cuando mejor se siente es cuando está compitiendo», admitía ayer José Luis Gayà, otro de los jugadores con participación limitada en este inicio de curso, en su caso por la sanción de cuatro partidos que arrastraba. «Lo más importante es que hayas trabajado bien en las semanas previas. El primer partido tras la vuelta me costó más, pero el otro día ya estuve mucho mejor».
«Es difícil asumir que un jugador que juega muy poco esté realmente preparado a todos los niveles», concluye Casais, una afirmación que cae como una losa sobre aquellos jugadores que dentro de dos meses, ante la lista final de Luis Enrique, se deban jugar el puesto con compañeros mucho más rodados.
José Luis Gayà
Jugador de la selección
«El jugador cuando mejor se siente es cuando está compitiendo; el primer partido cuesta»
Luis Casais
Preparador físico
«Las sensaciones, el toque, la confianza... todo eso se consigue con cierta cantidad de repetición»