El Gobierno abre otros 13 kilómetros de la A-32, a la que le quedan 171 tras 26 años de obras
Turistas en una calle de Sevilla este verano
La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, cortó ayer la cinta para abrir al tráfico otros 13,6 kilómetros de la A-32, la autovía que debe conectar Andalucía con el Levante español, de momento conectando Linares con Albacete.
Se trata del tramo entre Torreperogil y Villacarrillo, en plena sierra de Segura, cuya puesta en carga hace que ya sea posible recorrer 40 kilómetros en vía de alta capacidad entre el enlace con la A-44 en Bailén y Villacarrillo, núcleo principal de la Sierra de Segura. Parecería una gran noticia, si no fuera porque aún quedan otros 171 para llegar hasta Albacete. Y eso teniendo en cuenta que las obras se prolongan desde que en 1996 se pusiera la primera piedra de esta infraestructura.
Actualmente, llegar a Albacete desde Linares, incluidos los tramos ya en servicio, es un camino de casi tres horas que, en ocasiones se convierte en lento y tortuoso. De hecho, los diferentes Gobiernos han mostrado voluntad clara de llegar hasta el límite de la provincia de Jaén. Desde ahí, a través de la Sierra de Alcaraz, ha de alcanzar Albacete, donde engancharía con la A-31 abriendo una conexión de altas prestaciones con el Levante. Pero el ritmo de las obras
Al menos, la ministra anunció ayer que en diciembre se abrirá al tráfico el siguiente tramo de 17 kilómetros que unirá Villacarrillo y Villanueva del Arzobispo, con lo que se llegará a los 88 kilómetros en servicio entre Bailén y Albacete. Del resto, sin noticias. Sólo se sabe que en junio se licitó el estudio de dos tramos más, hasta Arroyo del Ojanco, otros 20 kilómetros.