Los barones del PSOE asumen que su poder peligra: «Será más difícil»
∑Page y Vara necesitarán mayoría absoluta y Puig, que Compromìs resista ∑La Rioja se ve como la más difícil, al contrario que la Asturias de Barbón ∑Lambán, Chivite y las insulares tienen más opciones de pacto
Todo pende de un hilo. Nada está perdido. Pero casi todo está en cuestión. Los gobiernos autonómicos del PSOE afrontan, en líneas generales, los próximos comicios de mayo con la convicción de que la contienda será más difícil que la de hace cuatro años. No creen, sin embargo, que pueda aproximarse ya la idea de un mapa por completo azul como el de aquel mayo de 2011 que predijo sin remedio el desplome electoral en las generales de finales de ese año. El objetivo del PSOE es evitar que mayo se convierta en una primera vuelta de las generales. Y evitar un desplome de poder institucional que abra de par en par las puertas de La Moncloa al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo.
En líneas generales la sensación es que la movilización va a ser determinante. Desde Ferraz se lanza el mensaje de que en estos momentos tienen datos demoscópicos que les permiten afirmar que pueden mantener sus nueve gobiernos autonómicos actuales. Los contactos con las federaciones donde el PSOE gobierna tienden a coincidir en presentar al Ejecutivo de Concha Andreu en La Rioja como el más vulnerable. «Sociológicamente es una región de derechas», apuntan desde el PSOE y «lo extraordinario es que nosotros gobernemos». Algunos dan prácticamente por perdida esta región, aunque depositan sus esperanzas en el hecho de que el PP no termina de definir a su candidato. En la orilla opuesta aparece el asturiano Adrián Barbón, al que varios de sus colegas apuntan como «el más sólido». En su caso se dan dos circunstancias que no tienen el resto de sus pares. No está excesivamente lejos de la mayoría absoluta y se da por seguro que en la cámara regional asturiana habrá partidos por su izquierda con los que completar eventualmente su mayoría.
Ninguno de sus colegas combina esos factores de forma tan nítida. En el club de la mayoría absoluta aparecen los barones que teóricamente tienen más solvencia en sus territorios. Emiliano García-Page logró mayoría absoluta en 2019. Ya entonces Podemos desapareció del parlamento regional. Después de haberse integrado en el primer mandato de Page en 2015. Sí logró representación Ciudadanos, que ahora caerá del mapa. ¿Conclusión? Tras ocho años gobernando necesita sí o sí mayoría absoluta para seguir gobernando. Superar otra vez el 40% de los votos. En el equipo del presidente castellano-manchego aseguran que tienen datos para pensar que lo lograrán, aunque se reconoce «la incertidumbre». Ellos son los primeros en hablar de «marca Page». Y no tanto por ser el barón que va más por libre y que más suele chocar con La Moncloa. El argumento se repetirá en el recorrido por el territorio. La Moncloa y Ferraz lo saben. Por eso en esta ocasión no se ha querido colocar las generales por delante o a la vez que las autonómicas y municipales. Porque se considera que los nueve presidentes autonómicos son la mejor baza del partido para frenar el cambio de ciclo electoral.
Esa necesidad de la mayoría absoluta también persigue a Guillermo Fernández Vara en Extremadura. Ya que parece consolidado que Podemos y Cs no entrarán en esta ocasión en su región. Y todo con el riesgo de que exista voto de castigo al partido que ostenta el Gobierno central. El PP intentará imponer ese marco y en el PSOE dejan muy claro que lo que quieren es huir de esa lectura de los comicios. «Los gobiernos autonómicos se están viendo reforzados», apuntan desde esta federación.
La pieza más codiciada
La disputa en la Comunidad Valenciana aparece en las coordenadas políticas como una de las más relevantes. Es la joya de la corona del PSOE por volumen de población. También la pionera y la que más se parece al modelo de coalición del Gobierno central. Como en todo el territorio se espera «un reagrupamiento» del voto de la derecha en torno al PP. Y allí eso son muchos votos, porque Ciudadanos casi superó a los populares en 2019. «Sabemos que va a ser más difícil», señalan fuentes de la Generalitat.
Pero, al final, tratan de explicar que la tendencia electoral abierta con la Comunidad de Madrid, seguida de Castilla y León y con especial impacto en Andalucía se produce en territorios donde el PP ya gobernaba. «Es que aquí Juanma Moreno es Ximo Puig», alegan. En su caso lo que más preocupa es la situación de los dos aliados potenciales. «Esperamos que resistan bien, pese a todo», dicen de Compromís. Con la filial valenciana de Podemos ya hay más dudas. Y toda la esperanza está en «depender poco de ellos». A su favor piensan que jugará algo que mencionan en otros territorios, que el PP va a presentar «a un candidato absolutamente desconocido». Los territorios del PSOE dan por hecho que el PP pretenderá vivir del ‘efecto Feijóo’, aunque los socialistas tratan de señalar que «ha tocado techo».
Puig se la juega, por tanto, en un territorio en el que se conjugarán mejor que en ningún otro las dos amenazas: previsible descenso de los aliados potenciales y subida segura del PP. De hecho el primer objetivo en su territorio y en otros lugares como Aragón es intentar mantener la primera posición. Aquí también hablan de la necesidad de poner en primer plano «la marca Lambán». Creen que allí puede pasar «como en casi todos los lados» y que dado que el PP va a subir «el resultado va a estar muy ajustado». Su caso es el contrario a Page y Vara. Y más extremo que el de Puig. Se parece más al panorama de las islas o Navarra: un parlamento muy atomizado en el que hay que tener en cuenta no solo las fuerzas propias sino la de los socios. «A ver qué pasa con Podemos, claro que preocupa».
Para parlamento atomizado, el canario. Donde unos pocos votos en alguna de las islas pueden cambiarlo todo.
La dimisión como vicepresidenta de Mónica Oltra y su causa judicial van a marcar los meses
Se espera un reagrupamiento de la derecha en torno al PP que cuestionará la primera posición de los socialistas. El actual presidente necesitó unir a cuatro partidos tras el PSOE para lograr su investidura. Necesita que ninguna pieza se caiga para armar el puzle de nuevo.
Los presidentes socialistas creen que su marca institucional los reforzará frente al enfoque nacional que buscará el PP
El rosario de desdichas que han asolado el territorio, dicen en el PSOE, ha reforzado la imagen de presidente de Ángel Víctor Torres.
En Baleares parten de un análisis también «complejo» por las cuatro islas. Y creen que «la clave es la movilización del electorado» y un ambiente económico que ahora es «muy bueno» tras
La movilización se antoja clave y la mayor preocupación en muchos territorios es la debilidad o ausencia de socios