Canarias se prepara para las peores lluvias de la última década
La tormenta Hermine podría causar deslizamientos de tierra
Las primeras precipitaciones asociadas a la tormenta tropical Hermine fueron ayer el aperitivo de lo que viene. Hubo pequeños desprendimientos, zonas inundadas y algún corte de luz. Pero lo peor está por llegar. Hoy se espera que las islas soporten un acumulado de 180 litros en doce horas tanto en El Hierro, como en el este de la isla de La Palma y unos 120 litros en el este, sur y oeste de Gran Canaria. La probabilidad de que esto ocurra hoy y mañana es del 80 por ciento, según la predicción de la Agencia Española de Meteorología (Aemet).
El archipiélago puede sufrir las precipitaciones más importantes de la última década, como ha explicado el presidente canario, Ángel Víctor Torres.
Preocupa la cantidad de lluvia que deje Hermine y también la peculiar orografía del terreno canario. Se teme que puedan generarse torrentes de agua e inundaciones localizadas en las zonas bajas de la isla. «Es muy probable que las inundaciones sean locales, se trata de lluvias torrenciales que pueden traer consigo incluso deslizamientos de tierra a nivel local», sostiene el meteorólogo Francisco Martín, colaborador de Meteored.
El mayor riesgo
Aemet también ha alertado sobre la «intensidad y persistencia de las lluvias que pueden producir inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra en laderas y zonas de orografía compleja». Martín insiste en que no hay que tener miedo: «Solo hay que ser responsable y evitar en la medida de lo posible los peligros que estas lluvias puedan generar». Por eso, se ha recomendado a la población que evite viajar y no salga de su domicilio. Algunos ciudadanos también han puesto protecciones a las puertas y ventanas de sus viviendas.
Los ciclones tropicales tienen su origen en el mar, al formarse cuando una masa de aire cálido y húmedo alberga vientos fuertes que se mueven en forma de espiral. Primero a este evento se le denominó ‘Ten’, porque se trataba de una depresión tropical. «Los ciclones tropicales se caracterizan por albergar un centro de bajas presiones con vientos intensos
Depresión tropical ‘Nine’
cerca de su centro de rotación, que cuando superan un umbral determinado se les denomina depresión, tormenta o huracán», comenta Francisco Martín.
En el caso de Hermine, durante la pasada madrugada del sábado se convirtió en tormenta tropical al superar, en su epicentro, vientos de más de 63 km/h. Si superase los 116 km/h, ya estaríamos hablando de un huracán, un escenario muy poco probable.
Onda tropical
Los ciclones tropicales son frecuentes en la zona del Caribe en estas épocas del año, hace poco hemos visto como el huracán Fiona de categoría 4, ha arrasado con fuertes lluvias y vientos, Puerto Rico y República Dominicana, principalmente en su paso por el Caribe y ahora está tocando tierra en Canadá, impulsado por mares
Tormenta tropical ‘Hermine’
que están anormalmente cálidos.
Sin embargo, a este lado del Atlántico no son tan comunes. «Este ciclón ha tomado un recorrido anómalo», explica Martín. Estos eventos meteorológicos suelen formarse en la occidental de África. «El origen de Hermine es una onda tropical del este africano, pero que en vez de encaminarse lejos de nuestras costas, como suele suceder, ha marcado un recorrido de norte a sur siguiendo una línea paralela a la costa occidental del continente o, en vez camino de este a oeste como es habitual», apunta el experto.
Los coletazos
Pero las fuertes lluvias y vientos que vivirán las islas Canarias en las próximas horas no son solo consecuencia de este ciclón tropical. «Aún se encuentra a aproximadamente a 700 kilómetros de la isla del Hierro, no va a llegar a tocar tierra.
El problema son sus restos, que al juntarse con una vaguada (aire frío), situada en al oeste del archipiélago van a producir episodios de lluvias fuertes y localmente intensas», aclara Martín.
«Los ciclones a este lado del Atlántico no son tan comunes y este ha tomado un recorrido anómalo»