Junts da un ultimátum de 72 horas a Aragonès y la militancia votará salir del Govern en 7 días
El ‘president’ responde: «No hay novedades». Y exige a los de Borràs que digan si quieren seguir en el gobierno
Jordi Turull, Jordi Puigneró y Laura Borràs, ayer, llegando a la sede de Junts
Junts se quita de encima la presión sobre la responsabilidad de romper el Govern catalán de forma inmediata y da un nuevo ultimátum a Pere Aragonès, presidente de la Generalitat, para que responda positivamente a las exigencias del partido que lideran Laura Borràs y Jordi Turull. Aragonès tiene 72 horas, hasta el domingo por la noche, para garantizar a Junts que se pondrá en marcha una dirección estratégica independentista, se reformulará la mesa de diálogo con el Gobierno (para centrarla únicamente en la amnistía para los procesados por el ‘procés’ y fijar la autodeterminación) y se coordinarán los grupos de ERC y Junts en el Congreso y el Senado.
En función de la respuesta del presidente autonómico, el lunes, la dirección de Junts planteará una pregunta a la militancia los 6 y 7 de octubre (jueves y viernes de la semana que viene) que decidirá, en todo caso, su posible salida del Govern. Así respondió Junts al cese de Jordi Puigneró, hasta ayer vicepresidente de la Generalitat, destituido por Aragonès la noche del miércoles por perder su confianza al conocer de antemano que Junts iba a plantear que el presidente se presentara a una cuestión de confianza y no haberlo comunicado. De esta manera, el ejecutivo de coalición tiene asegurada la supervivencia, al menos, siete días.
Escenografía: dos almas
Tras nueve horas y media de reunión –con una parada para comer–, los 40 miembros, aproximadamente, que forman parte de la dirección de Junts llegaron a un acuerdo «por unanimidad», en palabras de Turull, que consiste en plantear un nuevo ultimátum a Aragonès y fijar la fecha de la consulta a la militancia para decidir si el partido rompe la coalición de gobierno.
«Hemos hablado mucho del país y de la independencia y muy poco del partido», aseguró el secretario general, en la rueda de prensa posterior a la reunión, y en la que se presentó con Borràs. Curiosamente, Turull, que es partidario de seguir en el Govern, informó del ultimátum y, por lo tanto, de ganar tiempo para reconducir la relación con ERC; y la presidenta del partido, defensora de la ruptura, concretó la fecha de la consulta que decidirá si Aragonès tendrá que gestionar, a partir de la semana que viene, una nueva crisis política. La puesta en escena de la comparecencia ante la prensa fue la escenografía de la división interna que se vive en Junts.
A la espera de la decisión de la militancia, Borràs dijo además que Puigneró no tendrá sustituto en el Govern. La vicepresidencia de la Generalitat –que corresponde a los de Junts– quedará vacante hasta que el partido decida si sigue en el gobierno. «No ocuparemos la vicepresidencia, hasta que no se conozca el resultado de la consulta. No propondremos ninguna persona para la vicepresidencia», añadió Borràs, que quitó importancia a la situación del Govern y su inestabilidad y antepuso la tranquilidad de Junts.
Aragonès rechaza la oferta
Así, desde hoy –que se celebra en el Parlamento catalán la segunda parte del debate de política general con las votaciones de las propuestas de resolución– al domingo, y tras enviar a Aragonès «la propuesta de concreciones, garantías y plazos» para las exigencias de Junts, una delegación de este partido estará a disposición del presidente de la Generalitat para reconducir la situación. Sin embargo, no parece que Aragonès esté por la labor de aceptar un nuevo ultimátum con la amenaza de romper el Govern.
Poco después de finalizar la rueda de prensa de Turull y Borràs, pasadas las 21:00 horas, fuentes oficiales de la presidencia autonómica avanzaron que todo sigue igual. «El presidente no conoce la propuesta detallada de Junts que han anunciado a través de los medios de comunicación», reprocharon desde el Palau de la Generalitat. «En todo caso –añadieron–, el presidente fue claro en su respuesta en el Parlament respecto a los tres puntos a los que se han hecho referencia –estrategia independentista, reformular la mesa de diálogo y coordinación en Madrid–. Observamos que no hay novedades, y que tampoco ha habido un posicionamiento sobre la cuestión de confianza».
Respecto a este asunto, que motivó la reacción de Aragonès con el cese de su lugarteniente de Junts la noche del miércoles, Turull y Borràs reiteraron ayer que esta propuesta sigue sobre la mesa, pero remarcaron que solo en caso de que el ‘president’ no dé respuesta positiva a las tres exigencias mencionadas, que en opinión de Junts están en el acuerdo de investidura y no se cumplen. Las fuentes oficiales del Palau reiteraron, por su parte, que el Govern necesita «estabilidad y poder dar respuestas a la ciudadanía», ante las diferentes crisis que se viven, por lo que dieron por hecho que Aragonès no aceptará el nuevo órdago.
Aun así, tal y como defendió el presidente de la Generalitat, el martes, y las mismas fuentes recordaron, el objetivo del cese de Puigneró no es romper la coalición del Govern. «El presidente ya dijo que quiere mantener la coalición con Junts, pero pide que respondan claramente si quieren ser gobierno u oposición», añadieron.
Se avecina un tenso fin de semana, con una manifestación para conmemorar el 1-O convocada por Carles Puigdemont. Más presión sobre ERC. A la situación de caos, ayer, no faltaron ni los mariachis. Tres, que se presentaron a las puertas de la sede de Junts para intentar cantar «la cucaracha». El equipo de comunicación del partido lo impidió. Quedan 72 horas.
Presidenta de Junts «El 6 y el 7 de octubre se decidirá la continuidad de Junts en el Govern de la Generalitat»
Secretario general de Junts «Nos hemos movido pensando en cómo avanzamos hacia la independencia»
Presidente de la Generalitat «No hay novedades y tampoco ha habido un posicionamiento sobre la cuestión de confianza»