Tele Sánchez
PSOE y Podemos ejercen el poder con el desparpajo de quien se cree moralmente superior y políticamente indiscutible
DECÍA Indro Montanelli, representante de un periodismo en vías de extinción, que la televisión pública era la joya del botín conquistado por los partidos vencedores en las urnas. Lo decía con dolida lucidez, rebeldía e indignación ante la constatación de un hecho frontalmente contrario a su concepción del oficio al que dedicó su vida. Hoy nadie se escandaliza de lo que se da por supuesto. O al menos nadie hace aspavientos, aunque existan diferencias importantes en el modo en que izquierda y derecha se apropian de ese botín. El PP lo hace consciente de estar cometiendo un abuso, con disimulo, incluso con cierta vergüenza, dejando siempre un amplio espacio a sus adversarios para que coloquen a su gente, en un intento desesperado de hacerse perdonar. Un intento abocado de antemano al fracaso, dada la implacable y ruidosa oposición interna que acompaña sistemáticamente a los presidentes nombrados por una mayoría popular. Ahí no hay democracia que valga. Cuando quien manda en RTVE es la izquierda, manipula las plantillas a su conveniencia, de manera a garantizarse su control presente y futuro. Por eso en época de Rajoy todos los viernes eran negros, mientras ahora la dimisión de Pérez Tornero, forzada desde La Moncloa ante su negativa a dejarse pisotear, ni siquiera ha dado lugar a un comunicado solidario. Socialistas y comunistas de Podemos ejercen el poder sin complejos ni medias tintas. Sin el menor reparo en elaborar listas negras de profesionales purgados y otras de aupados a la gloria, no a tenor de su preparación, capacidad o resultados, sino únicamente en función de su adscripción ideológica y su disposición a convertirse en meras correas de transmisión. Con el desparpajo de quien se cree moralmente superior y políticamente indiscutible.
En Tele Sánchez (no Elena, dispuesta a ocupar la silla de quien la dejó vacía por dignidad, sino Pedro, cuya única esperanza de supervivencia radica en la capacidad de sus lacayos para colarnos su propaganda) se nos presentarán las últimas improvisaciones fiscales de Montero como medidas de hondo calado aprobadas por el Gobierno con el fin salvar a ‘los pobres’ de la opresión ejercida sobre ellos por ‘los ricos’ a cuyo servicio está la oposición. Se informará sobre la situación de la justicia culpando a Feijóo del bloqueo, presentando la visita del comisario europeo como un respaldo al Ejecutivo y silenciando o tergiversando su rapapolvo al gobernante por negarse a despolitizar el CGPJ, tal como demanda el PP. Las encuestas ‘fake’ de Tezanos serán debidamente jaleadas y quien entreviste al presidente se cuidará mucho de molestarle con una pregunta incómoda. Tele Sánchez trabajará incansablemente para que PSOE y Podemos salgan del hoyo demoscópico en el que se encuentran, aunque el propio Ente acabe hundido en el mismo abismo de irrelevancia. ¿Qué más les da a sus comisarios si la cuenta la pagamos el conjunto de los españoles?