ABC (Andalucía)

COMPETICIÓ­N

-

Cellini, planeó «matar a todos mis enemigos» expuestos en la plaza de la Signoría de Florencia con esta escultura resuelto por la muerte a causa de la peste del primero. Esta ‘paragone’ se desliza entre pintura y escultura, se extiende hasta el barroco y toma a menudo la forma de pugna entre maestros y alumnos, como es el caso de Anthony van Dyck.

Sin duda uno de los más célebres lances entre estrellas fue el de Góngora y Quevedo, en el Siglo de Oro español. Entre verso y verso, con dedicatori­a, ambos genios de la lengua se proferían los insultos mejor escritos de la historia de la literatura, convirtien­do en toda una serie de obras maestras el pique que había comenzado en Valladolid, cuando Quevedo trazó la estrategia de atacar al ya reputado Góngora para llamar la atención de la Corte, recién trasladada a la ciudad.

Sebastian Smee, en ‘El arte de la rivalidad’, ha estudiado después la relación encontrada entre Picasso y Matisse, o entre Gaugin y van Gogh. En el otoño de 1888, van Gogh invitó a Gauguin a su casa en Arlés, en el sur de Francia, y tras 63 días de gritos y peleas se rebanó una oreja y hubo de ser internado en un psiquiátri­co. El grado de tensión entre Jackson Pollock y Willem de Kooning alcanzó también altas cuotas, en una rivalidad a la que no ayudaba especialme­nte el alcoholism­o de Pollock, constantem­ente en busca de pleito. Y cuando el siglo XX diversific­a las artes, el mismo acicate espolea a nuevos creadores de las más diversas especialid­ades sin que los niveles de agresivida­d hubiesen descendido para nada. Coco Chanel no dudó en incendiar incluso un diseño de Elsa Schiaparel­li, con la diseñadora dentro del traje, y Bob Dylan intercambi­ó por un sofá el retrato de Elvis Presley que le había regalado Andy Warhol con la única intención de humillar a quien competía con él por el reinado artístico de Nueva York en 1965. Solo unos años más tarde, en la carrera por el Nobel, Vargas Llosa le pegó incluso un puñetazo a Gabriel García Márquez delante de las cámaras. Y en su disputa de talento, los maestros del grafiti Bansky y King Robbo se han permitido el extremo de corregir y sobrepinta­r los murales del contrario, como deja constancia el documental ‘Graffiti Wars’ de 2011.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain