España o el mundo al revés
El exvicepresidente escupiendo a la Policía, los golpistas cogobernando y Pedro Sánchez actuando en ‘Arriba y abajo’
SE cumplen cinco años del aquel ridículo sideral de referéndum por la independencia de Cataluña, y los golpistas están indultados y cogobernando España. Eso sí, Puigdemont sigue de vacaciones en Bruselas tras huir como un cobarde.
Un viernes sí y otro también, el ministro del Interior, Grande-Marlaska, premia a varios asesinos terroristas con un acercamiento a su casa, por supuesto, con homenaje en su pueblo incluido, mientras las víctimas vomitan y lloran ante la memoria de sus muertos.
La próxima, la hilera de indultos que Su Sanchidad cocina para la ristra de chorizos y corruptos de los ERE de la Junta de Andalucía, eso sí, sin que devuelvan un puñetero euro de lo robado o gastado en comprar votos.
Y todavía hay que aguantar a buena parte del Consejo de Ministros escondiendo que son pro-Putin en plena guerra de Ucrania. A todos estos, estas y ‘estes’ les querría ver yo viviendo como un ruso en Siberia, como una iraní en Teherán o una cubana en el barrio de La Víbora en La Habana.
Es el mundo al revés. España parece ir contracorriente al mundo occidental.
Mientras cualquiera piensa en la lista de la compra o en la subida de impuestos que nos va a clavar la ministra de Hacienda ‘incombustible al desaliento’, Su Persona luce figurín en un ‘docurreality’ a la vez que una señora del servicio plancha el mantel y otra le coloca el centro de flores como en ‘Arriba y abajo’, pero en Moncloa.
Y tú pensando en el segundo tramo del IRPF o en la próxima reunión del concurso de acreedores. Y la corte de pelotas de Su Sanchidad dando palmadas para llamar a la maquilladora porque toca la siguiente toma del documental.
PD: Pablo Iglesias escupió esta gracieta en la basura de su blog: «Decía el general Rodríguez Galindo que con cinco de sus hombres podría conquistar Suramérica. Pues ya les digo yo que con cinco tías como Isa Serra, a caballo, veríamos correr como gallinas a toda la Policía Municipal de Madrid.
«Pero no les serviría de nada. Isa me traería las cabelleras de todos ellos y Echenique y yo las quemaríamos en una hoguera con Arnaldo Otegui...»
Y lo dice el cobarde que llamó cagadito a Marlaska para que la Guardia Civil le blindara la calle del casoplón de Galapagar. Y el ministro del Interior obedeció sumiso.
Chaval, porque sé que te encanta que te llamen chaval: la gallina que corre (y pierde elecciones) eres tú, solo que ninguna de tus súbditas, ni el que te nombró vicepresidente, se atreven a decírtelo.