España se queda sola en su estrategia de cerrar las nucleares
∑El Gobierno de coalición y sus socios rechazan ampliar la vida útil de las centrales a pesar de la crisis del gas ∑Estas plantas son imprescindibles para garantizar el suministro eléctrico y presionar a la baja los precios
Gobiernos tan dispares como los de Francia, Reino Unido, Alemania, Hungría, Polonia, Japón, Corea del Sur, Arabia Saudí y Emiratos Árabes, entre otros, han anunciado la construcción de nuevos reactores nucleares o la ampliación de la vida útil de los existentes.
Al acabar 2021 había en el mundo 442 reactores en operación en 33 países. Además, otras 58 plantas se encuentran en construcción en 20 países. En la UE, 13 de los 27 estados suman 106 reactores en operación (siete de ellos en España), que produjeron el año pasado el 25% del total de la energía eléctrica consumida. Otras cuatro plantas están en construcción en Eslovaquia, Finlandia y Francia.
El corte del suministro de gas ruso ha creado una situación de emergencia en casi toda Europa por los problemas que ocasiona la falta de esa materia prima, que repercute también en la generación de electricidad. España tiene garantizado el suministro de gas, pero sufrirá como todos el encarecimiento de los precios, tanto del gas como de la luz.
Precisamente, la generación eléctrica con energía nuclear es de las más baratas del mix, por lo que estas centrales presionan a la baja los precios de la luz, además de asegurar el suministro eléctrico porque son las que más horas funcionan en el año.
Cierres entre 2027 y 2035
Sin embargo, el Ejecutivo de coalición mantiene su decisión de cerrar los siete reactores que funcionan en nuestro país entre 2027 y 2035, tal y como pactaron con las eléctricas propietarias de esas plantas en 2019. Aquel acuerdo se produjo cuando el precio de la electricidad estaba en el entorno de los 50 euros el MWh, por lo que esas plantas eran deficitarias debido, sobre todo, a la fuerte carga fiscal que soportan de todas las administraciones. Actualmente, el precio supera los 200 euros el MWh. El Gobierno utiliza ese acuerdo firmado en aquellas condiciones para subrayar que las eléctricas quieren cerrar las centrales.
En España «estamos quedándonos solos en nuestra estrategia antinuclear, Europa y el mundo apuestan firmemente por la generación eléctrica de origen nuclear como fuente de energía sostenible, independiente y competitiva» mientras que en nuestro país «el Gobierno sigue reiterando
Central de Vandellós II, en Tarragona, que cerrará en 2034 públicamente su apuesta por cerrar las centrales nucleares en los próximos 10 años», ha afirmado el presidente de la Sociedad Nuclear Española (SNE), Héctor Dominguis. Massimo Maoret, profesor de Dirección Estratégica del IESE, afirma a ABC que «es obvio seguir utilizando las tecnologías que ya tenemos, máxime cuando los costes variables de las centrales nucleares son muy bajos porque las elevadas inversiones realizadas hace años ya están amortizadas». Añade que «tiene mucho sentido mantener activas las plantas en un contexto de precios altos y, además, no emiten gases de efecto invernadero. No tiene sentido cerrar con prisas las centrales nucleares si después hay que reemplazarlas por producciones sucias (carbón y gas)», como sucede en Alemania.
Este experto explica que las nucleares deberían funcionar en España «hasta que el crecimiento de las renovables nos permita cerrar las plantas de gas y de carbón». Cabe recordar que por cada megavatio (MW) nuclear se debería instalar cinco MW renovables.
Objetivos ambiciosos
Sobre el incumplimiento de los objetivos para el aumento de la potencia renovable instalada, Maoret apunta que «hay que poner unos objetivos ambiciosos, como ha hecho el Gobierno, para acelerar su implantación. Precisamente como son ambiciosos, son difíciles de alcanzar».
El plan original prevé la instalación de unos 6.000 MW renovables cada