«Queremos las renovables pero no vamos a llenar el campo de placas solares»
∑Defiende que la sostenibilidad impregna todo el Gobierno andaluz; quiere protección del medio ambiente y seguridad jurídica para los inversores
Su planteamiento de futuro pasaba por concurrir a las elecciones municipales del próximo mayo. Ramón FernándezPacheco llevaba siete años como alcalde de Almería cuando lo llamó el presidente andaluz para ser el consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, un departamento nuevo que responde a la preocupación de Juanma Moreno por un asunto que entiende clave para el futuro. Se estaba haciendo con el engranaje de la Junta cuando el pasado martes el presidente le encargó, además, la portavocía del Gobierno andaluz. Este almeriense de 39 años, con dos hijos pequeños de 7 y 9 años, es la nueva cara del Ejecutivo andaluz.
—Después de tanto pensarlo, no parece casual que Moreno haya elegido a su consejero más joven para ser el portavoz.
—La verdad, no sé si habrá tenido algo que ver. Yo creo que no.
—Lo digo porque elije a una persona con mucho futuro por delante; no sé si estará pensando en su sucesión.
—Eso seguro que no. Voy a contestar lo que se espera que conteste pero es que es la verdad. Nos equivocamos si pensamos que Moreno necesita un sucesor. Acaba de sacar una mayoría absoluta, la más importante del país en el territorio a priori más complicado para nuestra formación política, así que creo que la única conclusión es que es un político de largo recorrido. Ojalá que tengamos Juanma Moreno para muchos años.
—El otro reto que tiene es sustituir a Elías Bendodo.
—Elías Bendodo es un político con mayúsculas. Le tengo un aprecio personal profundo y sincero; es amigo mío. Yo no aspiro a ser el sucesor de Bendodo, yo soy Ramón Fernández-Pacheco y asumo la portavocía a mi manera. Sustituir a Elías es imposible, es de los tíos más listos que conozco, inteligente y audaz como pocos. Yo lo haré a mi manera, será mejor o peor, el tiempo lo dirá.
—Vayamos a lo importante. Los andaluces están muy preocupados por la grave crisis energética.¿Qué puede hacer la Junta?
—Yo creo que no debemos caer en el mensaje catastrofista ni esquivar la realidad, ni ser tan bisoños de pensar que todo se va a arreglar porque sí. Queremos que las cosas se arreglen y vamos a trabajar para intentar solucionarlo. Andalucía aspira a ser soberana energéticamente con las herramientas de las renovables.
—¿De verdad somos capaces de producir toda la energía que necesitamos?
—Aspiramos a que se pueda producir energía suficiente para ser autónomos. Para eso hace falta apoyar la inversión privada y hay muchos proyectos en ese sentido, aunque también es necesario tener las infraestructuras para poder canalizar esa energía. La sociedad nos lo exige, y nosotros estamos de acuerdo en que no vale cualquier tipo de energía; vamos hacia un modelo sostenible en las renovables. Andalucía tiene territorio, tiene viento y tiene sol, tenemos que mejorar las infraestructuras de conexión, pongámonos a ello y no esperemos a que el problema nos sacuda.
—¿De cuántos años hablamos? ¿Veinte, treinta?
❝ El futuro «Juanma Moreno es un político de largo recorrido, no es el momento de buscar un sucesor» Doñana «No vamos a amparar pozos ilegales; la solución es el agua en superficie para resolver un conflicto de años» Ecología «¿Más campos de golf? Dependerá de lo que digan los técnicos pero no todos tienen el mismo impacto en el territorio»
—Dependerá también de la inversión privada porque la Junta no puede promover todos los parques de renovables de Andalucía. Esos proyectos tienen un impacto sobre el territorio, hay que estudiarlo y no vale cualquier zona. No vamos a poner todos los campos llenos de placas solares; nuestra tarea es que los informes salgan con agilidad para que los inversores tengan seguridad jurídica. La seguridad del inversor no está en que donde antes se decía que no ahora se diga que sí, no en que rebajemos la protección ambiental del territorio, sino en que no tardemos tanto en contestar.
—Es la primera vez que Andalucía tiene una consejería dedicada al mar. Llamativo con mil kilómetros de costa.
—Hay territorios que llevan mucho tiempo aprovechando las oportunidades que brinda el mar como Galicia o Portugal. La economía azul supone en nuestra tierra 300.000 puestos de trabajo, y más del 10% del PIB. Ahora queremos aprovechar el mar ante los nuevos retos como la eólica marina, la investigación vinculada a las microalgas, el modelo de turismo...
—¿Su modelo es el de Galicia?
—Andalucía debe tener uno propio y por eso vamos a elaborar la primera estrategia de economía azul de Andalucía que pretendemos esté en el último trimestre del año. Queremos que esté participada por todos los agentes importantes en el sector: universidad, centros de investigación... para exprimir al máximo las oportunidades que nos ofrece el mar y hacerlo desde un punto de vista sostenible.
—¿Eso significa que está dispuesto a poner líneas rojas? Lo digo por el turismo, por ejemplo, o por cómo deben ser los nuevos empleos.
—La sostenibilidad es la línea roja que no estamos dispuestos a cruzar en nada que pongamos en marcha. Hablaremos de actividad portuaria, de la fabricación de buques que también es importante en nuestro territorio, de deportes naúticos, pesca, acuicultura, renovables marinas.. el horizontes es muy amplio y diverso. Pero vamos a ver en qué momento estamos y si la realidad actual es sostenible. No vamos a poner hitos de antemano.
—Habla de la realidad actual. La Ley del Suelo, Lista, levanta algunas suspicacias porque permite construir en suelo rústico en determinados casos.
—Los desarrollos urbanísticos igual que los industriales, los comerciales o los turísticos, siempre tienen impacto en el territorio. Esa incidencia debe estar controlada y la Lista aporta seguridad jurídica. Y hablo en primera persona como alcalde de Almería que he sido. El PGOU está en vigor desde el 98 y Almería ha visto frustradas sus expectativas de reforma del plan general porque no había una legislación andaluza clara. Lo que ha pasado en Almería ha pasado en Marbella y a lo largo y ancho de las ocho provincias. Regular en el suelo rústico era una necesidad pero eso no quiere decir que se vaya a enladrillar el campo andaluz o los parajes naturales de Andalu