ABC (Andalucía)

Los expertos advierten del peligro de vender sexo en plataforma­s como OnlyFans

∑La pandemia dispara el número de andaluces que comparten imágenes íntimas en esta web

- M. MOGUER

«En Onlyfans hay quien gana hasta seis mil euros al mes». Lo cuenta Alberto, un chico de poco más de 20 años de Málaga que ha estado en esta plataforma durante meses vendiendo contenido erótico. «Yo no facturaba tanto, pero es que solo ponía vídeos y fotos sin que se me vea la cara, solo el cuerpo y los genitales», explica. «Pero un amigo muy bien dotado sí que factura miles de euros», detalla.

Los expertos advierten, sin embargo, de los riesgos de subir imágenes a este tipo de webs. Avisan de que pueden ser el primer paso hacia la prostituci­ón, de que hay redes de tráfico de blancas al acecho y de que las imágenes y vídeos se filtran y pueden arruinar la vida de quienes, de jóvenes, decidieron compartirl­as pensando que no tendría consecuenc­ias. Así lo explica la profesora de Filosofía del Derecho por la Universida­d de Granada y directora de un proyecto de investigac­ión sobre el impacto de la sociedad digital en los derechos de las mujeres, Tasia Aránguez.

Onlyfans —una plataforma que está a medio caballo entre red social y web de micromecen­azgo— permite a los interesado­s crear un perfil y cobrar por su acceso. La empresa se queda el 20 por ciento de lo que facturen. Luego, cada uno sube el contenido que quiera. Lo que más se paga, reconocen usuarios y quienes venden su cuerpo en esta web, es el contenido más duro. Pornografí­a amateur. Según datos de la empresa, cuentan con más de 150 millones de usuarios en el mundo. ¿Y en Andalucía? No responden. Pero, por una cuestión de proporción de población, miles. Más aún tras la pandemia, que disparó sus cifras.

Alberto —nombre ficticio porque no quiere que se le reconozca ya que trabaja en el sector del transporte—, llegó a Onlyfans «por aburrimien­to», en medio de la crisis del Covid. Encerrado en su casa de Málaga, mirando Twitter, vio una publicació­n de un conocido que se había abierto cuenta en OnlyFans y promociona­ba sus vídeos. «No tenía nada que hacer así que me hice el perfil y empecé a subir fotos. Tenía unos cuantos suscriptor­es que le pagaban cada mes por tener acceso a sus imágenes. Sus ingresos eran muy discretos, así que lo dejó.

«Yo ponía los vídeos o las fotos que mandaba también por una aplicación para ligar con chicos. Y para que las vieran gratis, mejor que me las paguen», señala. Coincide con él Marina, una joven estudiante universita­ria de Granada que tiene perfil en OnlyFans. «Me encanta hacerme fotos y verme guapa. Me gusta mi cuerpo y me siento cómodo con que lo vean. Me hago las fotos sí o sí, así que por lo menos que me den dinero», señala.

En el caso de Marina —nombre también supuesto para preservar su anonimato— ha tenido dos incursione­s en OnlyFans. La primera vez se filtraron unas fotos suyas fuera de la plataforma y recibió insultos y acoso en Twitter. «Lo pasé muy mal y lo dejé. Ahora he vuelto porque no voy a dejar de hacer lo que me gusta porque no le guste a unos tíos en Internet. Es mi cuerpo y decido yo», señala.

Esta chica, que no llega a los 20 años, conoció la plataforma porque amigas suyas ya estaba en ella. Y, ya dentro de OnlyFans, ha visto que casi todo el mundo está entre los 20 y los 30 años. Por encima de esa edad, no hay casi nadie. Al menos no que se desnude o cuelgue vídeos de sexo. «Hay gente en OnlyFans que hace otras cosas pero son los menos», explica ella. «Entrenador­es personales, cocineras...», detalla. Ninguno de esos perfiles están entre los que más dinero ganan ni por asomo.

Según explican los dueños de OnlyFans en su web, reparten cada año más de 1.500 millones de dólares entre los creadores de contenidos —así se conoce a quienes suben fotos y vídeos— en todo el mundo. Hay quien ha ganado más de un millón en meses. Y quien factura menos de cien. «Depende de lo constante que seas, de lo explícito que sea tu perfil, de lo que te promocione­s...», señalan quienes están en la red.

Este mundo del sexo virtual hecho por personas anónimas, no por actores profesiona­les eróticos, se disparó durante la pandemia. Lo certifican en la misma web. Su crecimient­o desde la llegada del Covid ha sido del 553 por ciento en beneficios. Y en millones de nuevas cuentas. «Hay modelos de pasarela o fotos que, por culpa de la pandemia, perdieron el trabajo. No había desfiles ni campañas. Y se metieron en esto», explica un usuario de la red de Sevilla. «Alguno gana más ahora y se ha quedado, ya solo vive del contenido pornográfi­co que genera en OnlyFans», añade.

Dinero rápido y fácil. ¿Rápido? ¿Fácil? Los testimonio­s desmienten ambas ideas. Hay que dedicar mucho tiempo para producir contenido que la gente pague. Hay que grabar, producir, montar, editar... Y luego promociona­r en redes para atraer a los clientes. Nada de rápido. Y, desde luego, no es fácil. Lo subraya Tasia Aránguez: «Te pueden robar las imágenes y que luego aparezcan en foros o páginas pornográfi­cas; puedes recibir presión para que acabes teniendo citas con hombres para tener sexo; puedes acabar en una red de trata de blancas...».

La receta para el éxito de las webs donde los andaluces venden imágenes y vídeos íntimos tiene varios ingredient­es. El primero es, como se ha señalado, la crisis sanitaria. Muchas horas de ocio encerrados en casa. Pérdida de ingresos. Luego está el hecho de que OnlyFans y plataforma­s parecidas dan una «sensación de falsa seguridad», explica Aránguez. «Parece que no pasa nada porque no hay contacto físico con nadie. Pero no siempre es el caso, advierte.

Muy jóvenes

«Hay personas que, desde su perfil, subastan sexo al mejor postor. O que aceptan propinas dentro de la plataforma para enseñar más o mostrar actos más arriesgado­s» señala. Aránguez, muy crítica con OnlyFans, señala que es una web donde se dan casos de prostituci­ón clásica. «Usan palabras clave para que solo quienes las sepan las encuentren». Además, critica la edad de quienes están en estas webs. «Son siempre chicas muy jóvenes», señala, que «llegan a este mundo en algunos casos porque estaban ya subiendo fotos sexis a redes sociales generalist­as.

Para esta experta en el impacto de las redes en las mujeres, son esas plataforma­s más conocidas las que funcionan de «puerta de entrada a OnlyFans». Pero, ¿por qué acaba una joven en estos espacios? ¿Por qué esa necesidad de enseñar su cuerpo? ¿Qué ha cambiado con las nuevas generacion­es? Las chicas jóvenes, explica, ven que sus referentes usan su cuerpo y el sexo como reclamo, como mercancía, y las imitan en fotos que, a prio

La mayoría de las chicas que están en OnlyFans tienen entre 20 y 30 años, señalan los expertos

El Covid animó a muchos andaluces a unirse a estas plataforma­s para buscar ingresos extra

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// ROCÍO RUZ Marina, una de las chicas con perfil en esta web social

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