Nobel de Física para los pioneros de la teletransportación
Su trabajo tiene ya aplicaciones en la comunicación cifrada segura
En 1997 el investigador austríaco Anton Zeilinger logró demostrar, por vez primera, el teletransporte cuántico al enviar al ‘estado cuántico’ de unos fotones a otros entre las dos orillas del río Danubio. Sus experimentos para controlar partículas entrelazadas, de forma que se comportan como una sola unidad incluso cuando están separadas, fueron cada vez más ambiciosos y en 2012 logró batir un récord entre La Palma y Tenerife, al enviar fotones a 144 kilómetros de distancia, sin ningún tipo de conexión. Su trabajo, que parece de ciencia ficción, fue reconocido el martes con el premio Nobel de Física junto al de otros dos pioneros en el campo de la información cuántica► el francés Alain Aspect y el estadounidense John F. Clauser. Sin embargo, el anuncio deja fuera al físico español Ignacio Cirac, ‘padre’ de la computación cuántica y cuyo nombre se había convertido en un clásico en las quinielas para el Nobel.
Los tres físicos galardonados demostraron que dos o más partículas pueden formar lo que se llama un estado entrelazado. Lo que le sucede a una determina lo que le sucede a la otra, incluso si están separadas por kilómetros de distancia. Según la Real Academia de las Ciencias sueca, sus resultados han despejado el camino para nuevas tecnologías, como las redes y computadoras cuánticas y la comunicación cifrada segura.
En contra de Einstein
Durante mucho tiempo, esta correlación entre partículas había sido discutida, ya que se pensaba que podría haber variables ocultas que influían en los experimentos. «Einstein estaba en contra de la física cuántica. No creía que dos partículas alejadas tuvieran esa conexión, que bautizó como fantasmagórica, porque violaba los postulados de su teoría de la relatividad», explica a ABC Sonia Fernández-Vidal, doctora en Física Cuántica y escritora. Sin embargo, a partir de las teorías de Bell, Clauser y Aspect «demostraron que el entrelazamiento existía, y que en física cuántica el espacio no es local, una de las grandes roturas que supone su aceptación. En pro de Einstein tenemos que decir que no se puede enviar información más rápido que la velocidad de la luz», añade.
Pero, sin duda, los resultados más espectaculares para el gran público son los de Zeilinger, de la Universidad de Viena, quien comenzó a usar estados cuánticos entrelazados. Su grupo demostró el fenómeno de la teletransportación cuántica, que hace posible mover un estado cuántico de una partícula a otra a distancia. Estos logros le hicieron muy popular en Austria, con apodos como ‘el hechicero de Viena’.