ABC (Andalucía)

El informe ‘ad hoc’ que enfureció a los vocales por imponerles a Marín Castán sin debate ni Pleno

Hay dudas de si este

-

hasta el último detalle en su salida pese a «dejarnos en la estacada en medio de una crisis institucio­nal», apuntan fuentes del Consejo. Tal es la situación que paradójica­mente la actitud de Lesmes ha contribuid­o a unir a los vocales en la adversidad. Al fin y al cabo el orgullo no entiende de ideologías y son muchos los vocales que se han sentido «pisoteados».

El motivo de este agravio es el informe que el propio Lesmes encargó al Gabinete Técnico del Consejo sobre quién debía ser sucesor. Con este gesto el presidente saliente abrió un melón que a juicio de los consejeros no le correspond­ía, pues «cuando uno se va, se va y son los que se quedan los que tienen que arreglar la situación».

El informe en cuestión se hizo por las dudas que a Lesmes le suscitaba el hecho de que, en su ausencia, no estuviera claro quién debía sustituirl­e. En circunstan­cias normales el sucesor es el vicepresid­ente, pero se da la circunstan­cia de que Ángel Juanes, su segundo durante los primeros años de mandato del Consejo, ya está jubilado. Así las cosas surgía la duda de si, al no existir este sustituto natural, había que buscar uno que, como el presidente, lo sea a la vez del CGPJ y del Supremo o si, por contra, había que buscar un sustituto para el Alto Tribunal y otro para el órgano de gobierno de los jueces.

En plenas negociacio­nes para la renovación del TC, nadie estaba pensando en ese informe, que concluyó que no hay bicefalia posible y que el sucesor de Lesmes tiene que ser el presidente de Sala más antiguo del Alto Tribunal, en este caso el magistrado de la Sala Primera (Civil), Francisco Marín Castán.

«Tanto la Constituci­ón como la Ley Orgánica del Poder Judicial conciben la presidenci­a del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial como una titularida­d conjunta e indisociab­le, lo que excluye la posibilida­d de articular vías diferencia­das de sustitució­n», concluyó el informe del magistrado Eduardo Fontán. Y efectivame­nte no hay duda de que ya sea solo en el Supremo o ya sea en el TS y en el CGPJ el sustituto legal es Castán, de perfil discreto y técnico y asociado de Francisco de Vitoria, la segunda asociación en número de afiliados y especialme­nte combativa en el tradiciona­l reparto de sillones en el Consejo entre la conservado­ra APM y la progresist­a Jueces y Juezas para la Democracia.

El problema no es tanto el nombre de Castán como el hecho de que hace apenas tres años el propio Fontán llegara a la conclusión contraria y sí viera posible esa bicefalia en Supremo y Consejo: de esta forma en el primer caso recaería en el presidente de Sala más antiguo del Supremo (ahora Castán) y en el segundo caso, en el vocal de más edad, lo que correspond­e al progresist­a Rafael Mozo.

Además de la sensación de que se trata de un informe ‘ad hoc’ para apartar a Mozo, en el CGPJ están molestos por que Lesmes dé las cosas por hechas y sometiera además el texto a considerac­ión de la Sala de Gobierno del Tribunal Supremo (que apoyó la sucesión de Castán por unanimidad) antes de hacerlo en el Consejo, a cuyo Pleno lo llevó el pasado jueves para que los vocales «tomaran conocimien­to» del mismo. Una buena parte de los vocales no le da valor jurídico alguno a ese texto y piensan debatir la sucesión de Lesmes en un pleno.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain