El pronóstico de la leucemia está decidido desde el inicio de la enfermedad
Científicos españoles hallan unas células que causan la metástasis
Avanzarse al cáncer sigue siendo la mejor arma de la que disponen actualmente los oncólogos para noquear la enfermedad. Quizás por eso, por la importancia de andar siempre un paso por delante de la patología, resultan tan relevantes los resultados de una investigación internacional liderada por científicos españoles que demuestra que el final de cada leucemia ya está escrito en el primer capítulo o en el prólogo de la enfermedad, es decir, en el momento del diagnóstico.
El estudio, coordinado por científicos del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps)-Clínic de Barcelona-Universidad de Barcelona y publicado en la revista ‘Nature Medicine’, demuestra, por primera vez, que las células que provocan la recaída después del tratamiento y que darán lugar a la transformación de la leucemia en un tumor muy agresivo ya se pueden detectar en una cantidad muy pequeña al inicio de la enfermedad, muchos años antes de que se manifiesten clínicamente estas complicaciones.
Los resultados del trabajo, financiado con una ayuda de la convocatoria CaixaResearch de investigación, cambian la visión que se tenía sobre cómo progresa la leucemia. «Creíamos que las leucemias malignizaban porque sus células evolucionaban y algunas se transformaban con el tiempo en tumores más agresivos al adquirir alteraciones en su genoma que las hacían más resistentes a los tratamientos. Ahora, hemos visto que hay un grupo reducido de estas células que darán lugar a esa evolución fatal ya en el inicio de la enfermedad. Las células que marcan el final están en el inicio y eso es un cambio importante», explica a ABC Ferran Nadeu, investigador del Idibaps y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Cáncer (Ciberonc), y junto al doctor Elías Campo, director del Idibaps y jefe de grupo del Ciberonc, coordinadores.
Reducir su crecimiento
En el trabajo se analizó la progresión de la enfermedad en 19 pacientes con Leucemia Linfática Crónica (LLC), la más frecuente en el mundo occidental. Se recogieron muestras de los tumores de las pacientes en su diagnóstico, en las recaídas, y en el momento final de la transformación a linfoma agresivo cubriendo hasta 19 años desde el inicio de la enfermedad. «Identificamos alteraciones en el metabolismo de estas células más agresivas y vimos que si las tratamos con un fármaco que bloquea este metabolismo reducimos su crecimiento», dice Nadeu. «La aportación del estudio es doble. Por un lado, podemos seleccionar antes a las pacientes que van a evolucionar mal, y por otro, sabemos que hay fármacos que pueden inhibir esa evolución», concluye.