Nobel para los padres del ‘lego molecular’ que crea desde plásticos a fármacos
Sharpless, Meldal y
deseadas (por ejemplo, que conduzcan la electricidad o que tengan propiedades antibacterianas) y para la investigación en laboratorio. Comparten el premio con Carolyn Bertozzi, quien llevó la técnica a un nuevo nivel: comenzó a usarla en células vivas para mapearlas, si bien sus descubrimientos han ido más allá y su equipo ha creado un fármaco diseñado para evitar la propagación del cáncer.
En general, las moléculas tienen una estructura de átomos de carbono enlazados. La naturaleza ha desarrollado métodos para crearlos, pero ha sido mucho más complejo para los químicos recrearlos. La razón es que los átomos de carbono de diferentes moléculas a menudo carecen de un impulso químico para formar enlaces entre sí, por lo que deben activarse de forma artificial, darles un ‘empujón’. Este impulso a menudo genera reacciones secundarias no deseadas, creando material ‘sobrante’ que debe ser eliminado antes del siguiente paso, lo que muchas veces lleva a una costosa pérdida de material molecular.
En lugar de intentar que los reacios átomos de carbono reaccionaran entre sí, el químico estadounidense Barry Sharpless –que ya ganó el Nobel de Química en 2001– ideó una vía alternativa: imitando a la naturaleza, planteó utilizar moléculas más pequeñas que ya tenían una estructura de carbono completa, y unirlas luego entre sí mediante puentes de átomos de nitrógeno o átomos de oxígeno, más fáciles de controlar. Poco después, la científica Morten Meldal y Sharpless, independientemente el uno del otro, presentaron lo que ahora es la joya de la corona de la química click: la cicloadición de azida-alquino catalizada por cobre. Es algo así como el ‘pegamento’ de la reacción, lo que permite que dos moléculas encajen. Una reacción tan extendida que se utiliza desde en el desarrollo de productos farmacéuticos hasta la creación de materiales que sean más adecuados para su propósito.
En seres vivos
Pero lo que ni Meldal ni Sharpless imaginaban es que la técnica también podría utilizarse en seres vivos. Carolyn Bertozzi llevó la química click a un nuevo nivel, utilizando esta técnica para mapear biomoléculas. Estas reacciones ahora se usan globalmente para explorar células y rastrear procesos biológicos.
Además, utilizando las llamadas reacciones bioortogonales desarrolladas por Bertozzi, los investigadores han mejorado la orientación de los productos farmacéuticos contra el cáncer, que en la actualidad se están probando en ensayos clínicos en personas.
«El premio de Química de este año trata de no complicar demasiado las cosas, sino de trabajar con lo fácil y sencillo», señaló Johan Åqvist, presidente del Comité Nobel de Química.