Y su polifacético talento

l célebre cohete con el que Tintín viajó a la Luna ha conquistado la Gran Vía nada más aterrizar en Madrid. La reproducción a gran escala que luce frente al Edificio Metrópolis ya es la nueva atracción de los selfis y las redes sociales. Un síntoma más de que la fascinación que ejerce el inolvidable personaje de Hergé pasa intacto de generación en generación. El icono ha sido escogido por el Círculo de Bellas Artes como hábil antesala de ‘Hergé. The Exhibition’, la mayor exposición monográfica sobre el artista belga, que recala en la capital hasta el 19 de febrero. Y también anticipa su hilo conductor: el reportero más célebre del cómic hace las veces de eficaz cebo para sumergirnos en el universo de su creador. «Hace unas décadas se hablaba de que Cervantes era poco menos que un autor menor al que un día le salió ‘El Quijote’. Eso es un disparate; pudo escribirlo porque era un gran intelectual. Con Tintín pasa lo mismo. No es un acierto azaroso, es una obra extraordinaria porque detrás de él hay un artista descomunal que esta exposición nos muestra», explicó durante la presentación el tintinólogo Joan Carlos Soldevilla.

‘Hergé. The Exhibition’ no escatima en medios para ello. Comisariada por el Museo Hergé de Lovaina la Nueva (Bélgica), la exhibición reúne más de 300 piezas originales entre ilustraciones, planchas, primeras ediciones, bocetos, dibujos originales, maquetas o fotografías. El conjunto deja a las claras por qué el creador belga está considerado el padre del cómic europeo, pero también ofrece una reveladora visión acerca del diálogo que mantuvo con el arte contemporáneo de su época y el marcado carácter polifacético de su talento.

EComo señaló Soldevilla, las vanguardias empapan su trabajo artístico, ya sea como diseñador de primer nivel, como grafista innovador o como publicista de grandiosa modernidad. En los años treinta, nacía Atelier Hergé-Publicité, con el que, junto a su socio José De Launoit, diseñó hermosos carteles, folletos y portadas distinguidos por una de sus máximas: la línea clara.

De Warhol a Dalí

Sin embargo, la pintura fue la otra gran pulsión expresiva de Hergé, tanto, que llegó a rivalizar con Tintín. «El cómic es mi único medio de expresión. ¿Qué otra cosa está a mi alcance? ¿La pintura? Has de consagrarle toda la vida. Y como solo tengo una vida –y ya bastante avanzada–, he de escoger: la pintura